El Gobierno de Mariano Rajoy ha heredado una España con mucho más paro, pero también con más empleo y ocupados que la que el PP dejó a sus sucesores cuando perdió el Gobierno en 2004. Pese a la fortísima destrucción de empleo de los últimos cuatro años (2008-2011), a causa de la mayor crisis internacional desde la de 1929-1945, en España existen hoy 335.002 afiliados a la Seguridad Social más que en el mejor año de la economía española con Gobiernos del PP.

El PP alcanzó su mayor cifra de afiliación a la Seguridad Social a fines de marzo de 2004 (su último mes en el poder) con un total de 16,89 millones de cotizantes. Pero Rajoy acaba de recibir una España con 17,23 millones de afiliados.

Que el empleo persista por encima de las cifras de 2004 pese al fortísimo crecimiento del paro (en niveles récord) obedece a que ambas magnitudes no constituyen una cifra de suma cero: paro y empleo pueden crecer o decrecer simultáneamente, dado que en el comportamiento del paro no sólo influye el empleo destruido sino también la evolución de la población activa y la cifra de nuevos demandantes. Por esta razón el aumento del paro desde 2008 ha superado a la destrucción de empleo en ese período.

Los 335.000 cotizantes a la Seguridad Social que aún hoy existen en España por encima de los que había en 2004 se explican porque la destrucción de empleo que se ha producido en la actual crisis (2008-2011) ha sido inferior en esa misma cuantía (335.000) al empleo que se creó en el cuatrienio precedente (2004-2007).

En esa legislatura, entre 2004 y 2007 -que fue el período en que la economía española batió todos sus récords- se produjeron más de 2,3 millones de afiliaciones nuevas a la Seguridad Social, y a fines de 2007, el año previo a la crisis, se había alcanzado el récord histórico de empleo en España: 19,2 millones de cotizantes. 2007 fue el ejercicio con menor tasa de paro en casi medio siglo (8% frente al 10,33% de 2003-2004) y fue también el tercer ejercicio consecutivo con superávit presupuestario. Nunca hasta 2005 España había logrado ni superávit ni equilibrio fiscal, según Eurostat.

La crisis ha llevado al planeta a su récord histórico de paro, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con 210 millones de parados en 2010 (30 millones más que en 2007), pero se cebó de forma intensísima con España, que, por su patrón de crecimiento y especialización productiva, destruye más empleo que nadie en épocas de recesión y crea más ocupación que ningún otro en tiempos de euforia, y que por ello lidera hoy el ranking de paro entre los países de la OCDE.

De los 4,4 millones de parados registrados hoy, dos millones proceden de empleos destruidos por la recesión. Estas cifras no recogen, sin embargo, el empleo que está oculto en la economía sumergida, que FUNCAS, OCDE, Gestha, CEOE, Ministerio de Trabajo y otros colectivos y organismos estiman entre el 20 y el 25% del PIB español.