Oviedo, Javier CUARTAS

La fusión de Ibercaja, Liberbank (el banco liderado por Cajastur) y Caja 3 suma un superávit de capital de 492 millones en un escenario de deterioro económico probable, pero precisaría 2.108 millones para hacer frente a un hipotético deterioro muy profundo de la economía española y que, según el Banco de España, tiene un 1% de probabilidad de materializarse. Así se desprende del informe encomendado a la consultora Oliver Wyman por la autoridad bancaria española y la «troika» (UE, BCE y FMI) y que fue hecho público ayer.

Los 2.108 millones que precisa la fusión se verán minorados en una cifra por determinar en función de la capacidad de generación de recursos que el grupo deberá justificar en los próximos quince días.

El Banco de España, el Ministerio y sobre todo la «troika» dispondrá de otros quince días para analizar la viabilidad del plan. Si éste se juzga viable, las entidades tendrán hasta el 30 de junio para recapitalizarse por sí mismas, aunque, si esas necesidades superasen el 2% de los activos de riesgo de la entidad, ésta estaría obligada a recibir ayudas públicas cautelares y temporales hasta esa fecha. El FROB convertiría esta ayuda en acciones si a 30 de junio la entidad no devolviese el préstamo estatal. Las entidades que no puedan recapitalizarse lo serán por el FROB procediendo en ese caso a nacionalizar parcial o total y a su posterior enajenación.

En solitario, y en el peor de los escenarios, Ibercaja precisaría 226 millones; Caja3, 770 millones, y Liberbank, 1.198. En esta cifra computan, entre otros, los efectos de Caja Cantabria y CCM y su exposición al ladrillo. Pero aun así el banco liderado por Cajastur no asume como «adecuada» la cifra individualizada que se le atribuye.

En medios de Liberbank se asegura que este banco ha salido peor retratado porque se le ha penalizado la relevancia de su cartera de inversiones en Bolsa y empresas participadas (de acuerdo con los nuevos criterios regulatorios internacionales) pero que, en cambio, no se ha considerado la contrapartida de su elevada capacidad de generar ingresos ahora y en el futuro por esa vía con dividendos o plusvalías. Se afirma también que a Liberbank se le han computado los costes ya asumidos tras haber reestructurado su red y plantilla (lo que aún tendría que hacer Ibercaja en caso de fusión) pero no los ahorros y sinergias que ese ajuste le deparará desde ahora a Liberbank.

El subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, definió como «moderadas» las necesidades de esta fusión ante un escenario teórico muy adverso y que el mes próximo se determinará si puede subsanarlas por sí misma o precisará apoyo público. Restoy dio por hecho que la fusión no está en cuestión: «Las entidades nos han dicho que tienen voluntad de seguir trabajando en su proyecto».

Para Liberbank, este estudio arroja unas cifras globales para la fusión «razonables y en línea con lo previsto» por los tres socios, y que demostraría que Liberbank es «viable» tanto fusionada como en solitario.

De los catorce grupos analizados por Oliver Wyman, que suponen el 90% del sector financiero español, siete (Santander, BBVA, Caixabank, Kutxabank, Sabadell -que en Asturias opera con la marca Banco Herrero-, Bankinter y Unicaja-CEISS) superan, por este orden de fortaleza, la prueba de resistencia en los dos supuestos hipotéticos analizados porque no precisarían reforzar su capital en ninguno de ambos escenarios.

Las necesidades máximas de capital que precisa el sistema financiero español -para el supuesto de profundo deterioro de la economía- se cuantifica en 53.745 millones, de los que 46.206 millones (el 86%) se concentra en las cuatro entidades ya nacionalizadas por el FROB: Banco de Valencia, NCG Banco, Catalunya Caixa y Bankia-BFA. Sólo este último necesitaría 24.743 millones. BMN (la fusión liderada por Caja Murcia, y que intentó unirse a Liberbank dos veces) también suspende en los dos exámenes.

El Gobierno estima que, con estos datos, al sector le bastará con solicitar unos 40.000 millones de los 100.000 que el Eurogrupo aprobó conceder a España para fortalecer a la banca española, acosada por los efectos de la «burbuja inmobiliaria».

De los 14 grupos estudiados hay dos (Banco Popular y el proyecto de fusión de Ibercaja, Liberbank y Caja3) que precisarían capital para afrontar el escenario de máximo deterioro (una caída del PIB que triplicase la previsión del FMI para el trienio 2012-2014 y una morosidad que multiplicase entre 3 y 5 veces la actual) pero que no lo necesitarán, en cambio, en un comportamiento más verosímil de la crisis general actual, con una caída acumulada del PIB en el mismo período del 1,7 por ciento.

En una comunicación al órgano regulador del mercado, Liberbank sostuvo ayer que «en términos individuales» y «en el escenario base» (hipótesis más probable de evolución de la crisis), la entidad «tiene un superávit de capital de 103 millones».