Gijón, J. M. CEINOS

La asamblea de trabajadores de Cajastur -plantilla integrada en el banco Liberbank- aprobó ayer en Gijón una resolución de condena al ajuste laboral que quiere aplicar la dirección y que incluye rebajas salariales, suspensiones de empleo, cambios en la jornada laboral y otros recortes. Los trabajadores que acudieron a la reunión secundaron una propuesta sindical para iniciar «un proceso de movilizaciones que impida la liquidación de Cajastur». La resolución, previamente discutida entre los sindicatos, manifiesta el «absoluto rechazo a los brutales recortes anunciados por la dirección, basados en cifras falseadas y que solamente buscan, mediante este descarado atraco a los trabajadores junto con la liquidación del patrimonio de Cajastur, perpetuar el poder de Manuel Menéndez, responsable directo de la actual situación de la entidad». Menéndez es el presidente de Cajastur y de Liberbank, banco controlado por la caja asturiana.

La asamblea se celebró, a partir de las doce del mediodía, en el salón de actos del centro municipal de Pumarín Gijón Sur. Votaron a favor de la resolución, a mano alzada, 441 de los 450 empleados presentes en la sala. Se contabilizaron nueve abstenciones. La asamblea fue convocada por los cinco sindicatos con representación en Caja de Asturias: CC OO, UGT, CSI, CSICA y STC-CIC. En la mesa no se sentó representante alguno de la UGT. Fuentes conocedoras de la situación en dicho sindicato explicaron que la sección sindical de UGT en Cajastur no tenía autorización de la organización para subir a la mesa ni para establecer negociaciones de forma individualizada en ningún término.

Asimismo, por unanimidad, se aprobó una segunda resolución, que implica la negativa para que los sindicatos, por separado, puedan alcanzar acuerdos con la dirección de Liberbank. Según ese criterio, los posibles pactos deben ser sometidos a la consideración de la asamblea. Cajastur tiene en Asturias en torno a un millar de empleados. «Las resoluciones que se adopten en la asamblea serán la hoja de ruta que tendremos que seguir tanto los sindicatos como los trabajadores», dijo un portavoz de la CSI. La de ayer fue, señalaron dirigentes de ese sindicato y de CC OO, «la asamblea más multitudinaria que recordamos de Cajastur».

En la primera resolución, los trabajadores exigen «la inmediata intervención de las autoridades monetarias, la destitución del equipo directivo de Cajastur y la consiguiente depuración de responsabilidades».

Asimismo, los trabajadores exigen a los grupos políticos representados en la Junta General del Principado «una exhaustiva investigación sobre la gestión que ha llevado a la Caja a su actual situación».

En cuanto a las medidas de presión, en la asamblea se aprobó abrir «un proceso de movilizaciones para impedir tanto la liquidación de Cajastur como la implantación del plan de ajuste». Según la resolución, ese programa laboral, para ahorrar 100 millones de euros, «lejos de preservar el empleo como cínicamente afirman sus impulsores, solamente busca crear, a medio plazo, las condiciones para despidos masivos, más baratos y sin posibilidad de reacción».

Por su parte, el sindicato CSICA, en un comunicado, además de exigir la «destitución inmediata» del equipo directivo, considera «inmoral» que durante el primer trimestre de 2012 el comité de dirección haya percibido «un 33 por ciento más de retribuciones respecto al anterior ejercicio», mientras las retribuciones de empleados como directores y subdirectores han caído ya cerca de un 30%. Fuentes de Liberbank señalaron que la denuncia de CSICA es «absolutamente falsa» y que las retribuciones de la dirección han sido congeladas y que sufrirán recortes dentro del ajuste general de los salarios. La dirección y los sindicatos de Liberbank están citados para negociar el próximo miércoles.