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La cuestión energética

Llega el recibo de la luz por horas

Las eléctricas comenzarán el jueves a facturar según el consumo real de cada momento del día, pero el sistema no afectará a la mayoría de los usuarios asturianos

Llega el recibo de la luz por horas

Una parte de los hogares asturianos comenzará a pagar la luz desde el próximo jueves conforme a un nuevo sistema de facturación que tiene en cuenta la cantidad de energía que se consume efectivamente cada hora del día y el precio que también para cada hora se fija de antemano en el llamado mercado mayorista de la electricidad. El recibo horario, ya utilizado desde agosto por la empresa Viesgo en municipios de la comarca del Caudal y del Occidente, se extiende ahora al conjunto de Asturias, aunque con un impacto más limitado que en otras regiones por el tipo de contratos que tiene una mayoría de los usuarios.

La facturación horaria fue ideada por el Ministerio de Industria para los consumidores domésticos (con potencias contratadas inferiores a 10 kilovatios/ hora) y que están adscritos a la tarifa regulada (fijada por la Administración), ahora denominada Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). El primer requisito para pagar la energía consumida según los precios horarios es permanecer en el régimen regulado y no haber salido de él para contratar el servicio en el mercado libre, aceptando alguna de las ofertas de descuentos de las eléctricas. Ocurre que en Asturias son mayoritarios los consumidores que están ya en el mercado libre, fuera de la tarifa. Es así porque EDP-HC, compañía hegemónica en la región, ha sido durante los últimos años muy activa en la comercialización de este tipo de contratos, entre ellos los que unifican en la misma factura los suministros de luz y gas. En torno al 80% de los clientes domésticos que tiene EDP está en ese mercado libre y, por tanto, no está concernido por la facturación horaria.

El nuevo sistema afecta a la parte del recibo (en torno al 25%) que corresponde a la energía consumida y permite al usuario cierta capacidad de maniobra para gestionar su demanda. Los precios a pagar varían para cada hora: son más altos en los momentos de mayor demanda (normalmente, entre las ocho de la mañana y el mediodía, y entre las siete de la tarde y las once de la noche, aunque los períodos varían según los días y las estaciones) y más baratos en las llamadas "horas valle" (de madrugada).

El usuario podrá conocer los precios con un día de antelación a través de internet (por ejemplo, en el portal de Red Eléctrica de España: www.ree.es) y organizar sus consumos, desplazando una parte de ellos (como el uso de lavadora o el lavavajillas) hacia los períodos más baratos. Sobre el papel, el modelo puede permitir un ahorro que algunas organizaciones de usuarios han cifrado en un 5%. Otros cálculos recogidos en el sector eléctrico hablan de unos 20 euros al año para un consumidor medio. El lado oscuro está en que el usuario queda a la vez expuesto a las variaciones del mercado mayorista donde se forman los precios, condicionados por factores como la evolución de la demanda y la cotización de los combustibles y a menudo sobrevolados también por sospechas de manipulación.

El alcance de la facturación horaria está sujeto también a una condición de tipo técnico: además de permanecer en la tarifa regulada, el usuario debe disponer de un contador digital que permita a su compañía distribuidora precisar cuánta energía se ha consumido en cada hora. En Asturias, más del 40% de todos los puntos de suministro (más de 700.000) tienen ya operativos ese tipo de aparatos según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y las Comunicaciones (CNMC) referidos a finales de 2014. Pero una parte sustancial de esos consumidores tienen la luz contratada en el mercado libre y con ello están al margen del recibo por horas.

Con la aplicación desde el jueves de la facturación horaria a quienes cumplan los requisitos contractuales y técnicos citados, habrá al menos cuatro situaciones distintas en las que puede estar un hogar. Son las que se sintetizan en los siguientes puntos:

Factura horaria real. A quienes estén dentro del PVPC y dispongan de contador inteligente, la energía consumida se les factura conforme al gasto que realicen cada hora de manera efectiva y al precio que para cada hora marcan de antemano los resultados del mercado mayorista.

Factura horaria simulada. A quienes están dentro el PVPC, pero que aún no tienen el contador adecuado, se les sigue aplicando un sistema provisional vigente desde mediados de 2014: su consumo de energía se reparte por horas siguiendo unos perfiles que elabora Red Eléctrica de España y que tienen en cuenta los hábitos más comunes de las familias.

Precio estable. Los consumidores que permanecen en el mercado regulado tienen la opción de contratar la luz a un precio estable para todo el año. Evitan la volatilidad del sistema horario, pero el precio resulta notablemente más caro.

Mercado libre. El precio de la luz se fija para los consumidores que tienen contratos de mercado libre de acuerdo con las ofertas que realizan las comercializadoras. Por lo común, estas compañías actualizan sus precios cada tres meses y ofrecen descuentos modestos que pueden ser mayores cuando se contrata a la vez la luz y el gas y ciertos servicios auxiliares.

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