La operadora telefónica Orange, que el próximo día 8 hará efectiva la integración de Jazztel (la compañía española que adquirió en 2015), prevé crear 300 empleos en sus centros de atención al cliente de Oviedo y Guadalajara para potenciarlos una vez que se consume la fusión. La contratación de personal en estas dos instalaciones (que supondrá una ampliación del 17 % del empleo en ambas plataformas) mermará la destrucción de 550 empleos que el grupo prevé realizar en España.

En el conjunto del país Orange acometerá un plan de ajuste de empleo que supondrá la eliminación de 550 empleos, el 7,7% de la plantilla conjunta, lo que afectará a sus centros de Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia y Valladolid, que es donde se detectaron más duplicidades, dijo en un comunicado la multinacional francesa Orange.

La operadora gala cifró en 250 puestos de trabajo el "impacto neto" sobre su empleo en España (el 3,5 % de la plantilla total, compuesta por 7.084 trabajadores a cierre de 2015), dada la ampliación de plantilla que pretende llevar a cabo en Oviedo y Guadalajara.

La reducción de 550 empleos totales es un ajuste superior al que se había anunciado hasta ahora. Los directivos de la operadora gala habían indicado en varias ocasiones que el reajuste de la plantilla tras la unión entre las dos compañías afectaría, como máximo, a 400 trabajadores.

Los sindicatos CC.OO. y UGT rechazaron el ERE de 550 personas propuesto por Orange y Jazztel al considerar que no está justificado y acusaron a la empresa de empezar con "mal pie".