Arcelor-Mittal y los sindicatos iniciaron ayer la negociación sobre el nuevo convenio colectivo para las plantas asturianas de la multinacional. En el encuentro, las centrales plantearon a la siderúrgica algunas de sus principales reclamaciones, como la necesidad de reducir las elevadas horas extra que soportan los empleados del área de mantenimiento. Algún sindicato también propuso que al personal de fuera de convenio (generalmente jefes y mandos intermedios) se le aplicaran las subidas salariales que habían sido pactadas en Madrid dentro del acuerdo marco, firmado entre la compañía y los sindicatos en febrero. La siderúrgica no se pronunció sobre ninguno de estos temas. La apertura de las negociaciones se producen después de varios meses de parón. La siguiente reunión se celebrará el jueves, y está previsto que se discuta sobre algunos de los permisos de los que disfruta la plantilla.