"No hay derecho a esto. Ha sido una actuación desproporcionada que causa un daño irreparable a esta organización, a sus trabajadores y a sus cuadros". El actual secretario general de la UGT de Asturias, Javier Fernández Lanero, compareció ante los medios para valorar así el registro efectuado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en la sede central del sindicato en Oviedo cuando los agentes aún seguían en el interior del edificio a la búsqueda de documentación sobre las supuestas irregularidades en los cursos de formación que investiga el juzgado número 4 de la ciudad. El dirigente sindical no se mordió la lengua a la hora de criticar un operativo que "respeta" pero que considera "un espectáculo mediático" fuera de lugar y totalmente prescindible.

"Tras más de un año de investigación no era necesario este despliegue, bastaba con que nos hubieran llamado para venir a por una información que les habríamos facilitado, y no hacerlo así, sin previo aviso y de forma exagerada", aseveró Fernández Lanero, respaldado por los máximos responsables de las distintas federaciones del sindicato en la región y por la práctica totalidad de los integrantes su ejecutiva, que cerraron la intervención del secretario general con una cerrada ovación y consignas en favor de la UGT.

Fernández Lanero insistió en que la suya es una organización "transparente" y que ha estado y está abierta a "colaborar en todo lo que sea necesario" con la investigación judicial en marcha. Sin embargo, pidió "celeridad" para "acabar cuanto antes con un martirio que ya no es que haga daño al sindicato, es que se lo hace a la clase obrera". El secretario general de la UGT de Asturias confirmó que el registro en marcha estaba relacionado con unos cursos de formación que, según indicó "han sido todos impartidos y justificados en base a las convocatorias, sin que nadie nos reclamase nunca incidencia alguna sobre ellos". Sin embargo, reconoció no saber exactamente lo que buscaban ayer los investigadores, ya que, según dijo, "en las diligencias que hemos visto no hay nada nuevo ni más imputaciones". "Están mirando, haciendo copias digitalizadas, localizando documentación para llevársela...", indicó Lanero, para quien "no tiene sentido pensar que tras más de un año de investigación alguien quisiera hacer algo raro o destruir documentación para justificar una intervención así". "No hay nada que ocultar", añadió.

A preguntas de los periodistas, Fernández Lanero evitó poner "la mano en el fuego" expresamente por Justo Rodríguez Braga, su antecesor en el cargo, que había sido detenido por la Guardia Civil pocas horas antes. Sí lo hizo, de manera más genérica, por "todos los trabajadores de este sindicato que tratan de hacer las cosas bien, la inmensa mayoría".

Con los investigadores de la UCO registrando la sede y agentes de la Guardia Civil apostados a las puertas de la conocida como Casa Sindical de Oviedo, Lanero puso énfasis en denunciar lo "exagerado" de una operación con la que, a su juicio, se "da la sensación de que aquí hay algo más gordo de lo que realmente es". Según denunció, es algo que "pone en entredicho la labor muy digna que desarrollan nuestros trabajadores y cuadros". "El daño ya está hecho y es irreparable", sentenció. El secretario general de la UGT remitió ayer mismo una carta a los afiliados en la que, tras criticar la "desproporción" de la intervención, les da "muchísimo ánimo", convencido de que "saldremos adelante más reforzados, como un sindicato transparente y unido del que todos sigamos sintiéndonos orgullosos".

El secretario general de UGT en España, el asturiano Pepe Álvarez, mostró ayer su malestar con la operación policial. "No son delincuentes. Hubiera bastado con una citación judicial para que acudieran a declarar y con pedir la documentación. UGT siempre ha colaborado con la justicia y no hacía falta todo. Ahora sólo pedimos que se actúe con diligencia y celeridad para aclarar todo esto cuanto antes", dijo.