El desenlace del 20-D está en manos del 41 por ciento de indecisos y del voto oculto al bipartidismo tradicional frente al estirón de los partidos emergentes. Un total de 985.076 ciudadanos tiene derecho a voto para decidir la asignación de los ocho escaños del Congreso y de los cuatro del Senado, a los que optan una docena de partidos en la circunscripción de Asturias. En el conjunto del país, la cifra de potenciales votantes asciende a 36,5 millones de los que 1,8 residen en el extranjero.

La encuesta elaborada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) entre el 27 de octubre y el 16 de noviembre situaba el volumen de indecisos en el 41,6 por ciento en el conjunto del país. El citado sondeo, con 17.000 entrevistas en toda España y 420 en Asturias, no detallaba el volumen de indecisos por autonomías aunque otra fotografía electoral del CIS realizada meses antes, en junio pasado, tras las elecciones autonómicas, sí señalaba que en Asturias el porcentaje de los potenciales abstencionistas y de los que no despejan su opción hasta última hora era más reducido, en torno a ocho puntos menos.

Este estudio, que preguntaba sobre el comportamiento de voto en las elecciones municipales y autonómicas del pasado mes de mayo, revelaba que hasta un 18,7 por ciento de los indecisos asturianos que finalmente optaron por votar en los anteriores comicios despejaron sus dudas y se decantaron por una determinada opción política en las dos semanas de la campaña electoral. Casi el seis por ciento admitió haber tomado su decisión el mismo domingo de las elecciones. Unos datos que avalan los mensajes lanzados por los partidos de pelear el voto hasta el último instante, sobre todo en unos comicios como los de este domingo, en los que se presume una mayor atomización en la distribución de los 350 escaños del Congreso y los 208 del Senado.

Otro de los datos llamativos de este sondeo es el escaso valor que los votantes conceden a las encuestas a la hora de decantarse por un partido político. El 94,5 por ciento de los encuestados asegura que los sondeos tienen poca o nula influencia en su voto mientras que solamente el 5,5 por ciento reconoce bastante o mucha relación entre su voto y las encuestas previas.

Además de los indecisos, el voto oculto del bipartidismo también se presume como determinante para el resultado que arrojen las urnas tras el escrutinio del 20-D. Los expertos apuntan que las mayores bolsas de voto oculto pueden situarse en esta ocasión en los partidos tradicionales, ya que los votantes de las formaciones emergentes ponen menores reparos a la hora de anunciar su intención de voto. Habitualmente los partidos que han tenido responsabilidades de gobierno suelen recibir mayores porcentajes de voto oculto. Está por ver que el comportamiento hoy en las urnas se ajuste a este patrón. En las elecciones generales de 2011, la abstención en Asturias se situó en el 35,4 mientras que el porcentaje de participación fue del 64,5 por ciento, con un total de 638.629 votantes.

La encuesta realizada por el CIS en junio situaba como principal exigencia ciudadana a los gobiernos la creación de empleo, que preocupaba a un 83 por ciento de los encuestados en Asturias, muy por encima del resto de inquietudes, que son la educación y la sanidad mientras que un tres por ciento manifestó su preocupación por las infraestructuras y, además, en segundo lugar, nunca como primera opción.

Asturias, como viene ocurriendo en las últimas convocatorias de generales pone en liza 8 escaños a la Cámara Baja y 4 a la Cámara Alta. De momento el Principado no pierde representación en las Cortes pero la caída demográfica, cada vez más acusada, hace temer que en próximas convocatorias de elecciones generales Asturias pueda correr una suerte similar a la de Valencia o Jaén, que pierden un diputado respecto a los comicios de hace cuatro años. Por el contrario, Cádiz y Málaga ganan un escaño. Las autonomías con más electores son Andalucía, con 6,5 millones y Cataluña, con 5,1 mientras que las comunidades con menores censos son Navarra, Cantabria y La Rioja. De los 36, 5 millones de votantes, son mayoría las mujeres.

En Asturias son doce los partidos que optan en esta ocasión a las generales, cuatro formaciones menos que en 2011. Los colegios electorales abrirán sus puertas para ejercer el derecho al voto a partir de las nueve de la mañana y hasta las ocho de la tarde. Además de los ciudadanos que opten por el voto presencial, Correos ya tenía recogidos 17.475 votos en custodia que deberá entregar a lo largo de la jornada de hoy en las correspondientes mesas electorales de Asturias. En total, el servicio de Correos había recibido hasta el pasado viernes a las dos de la tarde 572.142 votos en toda España, de personas que por unas ú otras causas no podrá acudir al colegio electoral en la jornada de hoy.

Entre las novedades de las elecciones del 20-D está el cambio de varios colegios electorales en Oviedo. El ubicado en la antigua Plaza del Pescado, con cuatro mesas, ha sido trasladado ahora a la sala de recepciones del Ayuntamiento, situado en la planta baja del edificio consistorial, con acceso por la calle Cimadevilla. Este local no tiene ningún tipo de barrera arquitectónica. También ha sido suprimido el colegio electoral de la Escuela Superior de Minas: una de las mesas la 11-004 U, ha sido trasladada al Colegio Oficial de Médicos mientras que las otras dos mesas, la 11-003U y la 11-011 U estarán en el edificio municipal de la biblioteca de La Granja, en el Campo San Francisco. Por otra parte, los votantes volverán a tener urnas en el colegio público Dolores Medio, cuyas mesas electorales habían sido desplazadas, con motivo de las obras en ese edificio, hasta el Colegio de Abogados de Oviedo.

El cierre de los colegios, a las ocho de la tarde, dará paso al escrutinio aunque los primeros datos no se conocerán hasta las nueve de la noche, hora señalada para el fin de las votaciones en Canarias.