Siero ha sido, tradicionalmente, un preciso termómetro político para Asturias. Pese a la tendencia a la atomización de su corporación local, a la hora de votar en las elecciones autonómicas o generales se ha constatado, en los últimos años, cómo los resultados del cuarto concejo en número de habitantes de la provincia coincidían, grosso modo, con una desviación máxima inferior a dos puntos, con los porcentajes cosechados por los distintos partidos en el conjunto de Asturias. Una dinámica que se ha mantenido en estos últimos comicios, pero que, en este caso, presenta una serie de singularidades que permiten ensayar sugerentes lecturas.

Esta condición de termómetro del cuarto concejo se explica, fundamentalmente, por su condición de síntesis de la región. En sus 211 kilómetros cuadrados, Siero tiene hasta cuatro núcleos urbanos de cierta relevancia, así como una infinidad de pequeños núcleos rurales desperdigados por todo el territorio. Una configuración geográfica y social que, unida a su tamaño (Siero supera los 52.000 habitantes), hacen del municipio un retrato fiel del conjunto de la región.

En estas últimas elecciones, los resultados han vuelto a ser análogos, aunque con alguna singularidad. Si miramos los porcentajes, todos los partidos que han obtenido votos, incluso los más pequeños, han sacado porcentajes similares con una variación máxima de un punto y medio arriba o abajo. La coalición PP-Foro, que obtuvo un 30,15% en Asturias, sacó el 28,84% en Siero. El PSOE, que sumó 23,27% en toda la región, logró 22,26% en el concejo. Podemos llegó en Siero hasta el 22,30% de los votos, casi un punto más que el 21,33% que sacó en toda la provincia...

Esta variación, el incremento de Podemos frente al descenso del PSOE, es precisamente el aspecto más interesante de los resultados de Siero, sobre todo si lo vinculamos a otro dato: Ciudadanos también mejora sus datos en el concejo, donde sacó un 15,90% de los votos por el 13,56% del conjunto de la región. Esto es: PP y PSOE sacan peores resultados en Siero que en el conjunto de la región, en unos porcentajes muy parejos al crecimiento que registran en el concejo, respectivamente, Ciudadanos y Podemos.

Mas para acabar de trazar este mapa político, es preciso comprobar los resultados por colegios electorales. Como es tradicional, el PP se impone en las zonas urbanas del este del concejo, Pola de Siero y El Berrón, y también en la urbanización de La Fresneda. Por su parte, el PSOE se impone en Lugones y en varios feudos rurales, como Lieres. Pero Podemos se impone en las antiguas parroquias mineras y responde mejor que los socialistas en los feudos conservadores, a excepción de El Berrón: en la Pola es segunda fuerza, y en La Fresneda, tercera, sacando más de 300 votos a los socialistas entre ambas plazas. Unos resultados que permitieron a Podemos dar el "sorpasso" al PSOE y situarse como segunda fuerza en el concejo.

Javier Pintado, de Somos Siero, atribuye esta respuesta a la actividad asamblearia de su formación: "Estamos mucho mejor en aquellos sitios en los que, hasta ahora, hemos tenido más actividad. Más asambleas y trabajo de campo. Se nota claramente", afirma. La dinámica, en todo caso, es llamativa e invita a pensar que, quizás, Siero no sea tanto un termómetro de Asturias como un oráculo.