El discurso sobre la necesidad de adelantar las elecciones ha vuelto a resonar en el Congreso. Mariano Rajoy se reafirmó en que «lo más razonable» es convocar ya a los ciudadanos a las urnas y «no perder más tiempo». El presidente Zapatero aseguró que su discurso no es una despedida, y en CiU consideran que su voluntad de continuar podría verse «alterada» en las próximas semanas. El Gobierno deberá pasar en octubre un «test trascendental» con el debate sobre los Presupuestos de 2012, los días 18 y 19 de octubre.

Ayer los partidos del Grupo Mixto fueron muy críticos con Zapatero en su último debate sobre el estado de la nación. Le acusaron de aplicar «medidas antisociales», de gestionar la crisis «francamente mal» o de que España «puede terminar igual que otros, o peor».

La canaria Ana Oramas tuvo alguna palabra amable, al decirle que «puede mirar a los ojos a los españoles», mientras que la más dura ha sido Rosa Díez (UPyD), que le acusó, en relación con Bildu, de que «no habrá días en el calendario para perdonar lo que ha hecho». El portavoz socialista José Antonio Alonso se vio obligado a aclarar que el Presidente «va a seguir siéndolo hasta el último momento de su mandato».

«No tiene sentido prolongar una situación como ésta», dijo ayer Rajoy, para defender que «lo más razonable» es que Zapatero convoque ya las elecciones, porque no se debe «perder más tiempo». Preguntado sobre si lo dicho por el Presidente al término de su discurso llevaba implícita una intención de adelanto de los comicios, el líder de la oposición respondió: «No lo sé, no ha dicho nada. Lo importante es que pasemos página, empecemos a gobernar, a tomar decisiones, a recuperar la economía».

Rajoy subrayó que en una situación «difícil» como la actual, «lo más razonable» es que el Presidente llame a a las urnas. En la misma línea, la líder de UPyD, Rosa Díez, dijo que el país tiene «un Presidente que se despide, pero que no se va».

Las hipótesis sobre la convocatoria de elecciones han llegado hasta el discurso del Presidente en su último debate de la nación. De hecho, tras casi diez horas de sesión plenaria, el líder socialista dijo que «la verdad es que por la mañana (del martes) hice un discurso que no era una despedida, aunque sí había una despedida en el discurso». El jefe del Gobierno cerró el debate expresando su «gratitud» al PSOE. Eduardo Madina explicó que su grupo trabaja con la idea de que la legislatura terminará en marzo, y Alfonso Guerra dijo que, por lo que oyó, el Presidente quiere agotar la legislatura.

Desde CiU, Josep Antoni Durán i Lleida no cree que se vayan a convocar elecciones en otoño, pero avisó de que en las próximas semanas habrá acontecimientos que pueden «alterar» esta voluntad del Presidente. Señaló que la resolución de la crisis griega, la reforma del sistema financiero o la salida a Bolsa de Bankia pueden ser decisivos para la continuidad de la legislatura. Aunque el momento clave será el debate de totalidad de los Presupuestos los días 18 y 19 de octubre. Todo depende de si Zapatero logra el apoyo del PNV.

Llamazares, de IU, dijo que «teníamos un Presidente que se despide y nos quedamos con un comisario europeo y un delegado de los mercados que va a continuar con la cirugía social para este país».