Casualidades del destino, Carlos Busta no sólo utiliza de forma habitual el autobús que recorre la línea del Cerillero al Hospital de Cabueñes, sino que su hijo, Pelayo Busta, es conductor, desde hace ocho años, de esta misma línea. «Por la mañana pasó mi hijo por delante de casa con el autobús y me gritó ¡mira papá!», contaba ayer Carlos mientras disfrutaba de las nuevas instalaciones del vehículo de Emtusa. «Es precioso», decía el pasajero que cada quince días utiliza los asientos de la línea 1 para acercarse a El Molinón, «no me pierdo un partido del Sporting, pero claro siempre va lleno el autobús». Aunque Busta no considera que se deban implantar más vehículos de estas características, «con esta línea es suficiente, ya se produce un desahogo», añade.