R. VALLE

El Molinón vuelve a ser territorio en obras. A la salida de los aficionados que presenciaron el partido contra el Almería siguió la entrada de los operarios para empezar a desmontar la grada provisional de la parte baja de la Tribunona. Un paso necesario antes de ponerse manos a la obra en el avance del graderío definitivo de la zona oeste. El reto, comprometido ayer por el edil de Hacienda, es que la Tribunona, excepto en sus laterales, esté completa para la próxima cita del Sporting en casa, el día 23 de este mes. «Faltará parte de los extremos pero en el próximo partido casi todos los abonados podrán sentarse en su sitio», sentenció Santiago Martínez Argüelles. También se completarán estos días los trabajos en los palcos y remates en la zona definitiva de la Tribunona que se estrenó el pasado domingo.

El compromiso de futuro de Martínez Argüelles siguió a su demostración de la satisfacción municipal por la falta de incidentes en el estreno de un Molinón entre andamios y sin aparcamientos. Los hinchas cumplieron las recomendaciones municipales de evitar los vehículos privados y llegar al campo con anticipación, por lo que no hubo problemas de tráfico en el entorno. Los incidentes se dieron en el interior, con aficionados que no pudieron acceder a su ubicación en el graderío provisional, que está sin numerar. «Desde el respeto a todo el mundo y sabiendo que hay aspectos mejorables, lo cierto es que fueron casos mínimos. En la Tribunona se sentaron ocho mil personas y sólo hubo problemas con unos cuarenta», explicó el edil, que matizó: «Quienes se sentaron en las escaleras tenían sitios libres donde podían acomodarse; y la barandilla, de la que hubo quejas, tiene que estar por motivos de seguridad». Para el edil socialista lo más importante del domingo es que a los sportinguistas les gustó la nueva imagen de la Tribunona «en cuanto a sus acabados y ésa es la ruta a seguir para el resto de las gradas».