R. V.

Hace unos meses fueron las obras del carril-bici; sólo hace unos días, las señales que oficializaban el nombre del jesuita Federico González-Fierro Botas en sus jardines, y ahora es la habilitación como aparcamiento de su primer sótano. El pozo de tormentas de Poniente, entre Juan Carlos I y la plaza del Padre Máximo González, no ha dejado de estar en obras desde su inauguración el 11 de junio del año pasado, como uno de los grandes equipamientos a cargo del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento.

Ahora es la Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente Urbano (Emulsa) la que inicia el proceso de contratación de las obras de adecuación de uno de los sótanos como espacio para el aparcamiento de vehículos de la flota de esa empresa municipal. El proyecto tiene un coste de 136.943,56 euros (el IVA aparte) y un plazo de ejecución de tres meses.

La intención es realizar una serie de medidas correctoras en la instalación eléctrica de la zona y habilitarla como espacio para el aparcamiento de una veintena de vehículos de la empresa de limpiezas. Aunque en un primer momento se planteó la opción de utilizar parte del pozo de tormentas como aparcamiento para los residentes, al final se optó por dejarlo como equipamiento para uso interno de Emulsa. La idea de dotar a esa zona de un aparcamiento se ha trasladado al proyecto, muy cercano en lo físico, del edificio que reubicará al Albergue Covadonga y a Proyecto Hombre en la avenida de Moreda.