R. G.

La bronca por el cobro de una andarica a un cliente de una popular sidrería de la zona de Begoña provocó la noche del viernes la intervención de la Policía Nacional. Los agentes tuvieron que obligar al cliente, un joven veinteañero vecino de Gijón, a pagar lo que había consumido, ya que se negaba reiteradamente a abonarlo.

«Era un chaval que vino solo, pidió una botella de sidra, cogió una andarica de la barra y se puso a comerla». Hasta ahí, algo habitual, según relataba ayer una de las personas que atienden en la barra del local hostelero. El problema se planteó porque el cliente «luego no la quería pagar, porque decía que era el pincho por la sidra», agrega el hostelero.

Al final, tuvo que ser la Policía la que acudió, ante la llamada del responsable del establecimiento, para instar al cliente a que pagara los 5,5 euros que costaba la nécora, por mucho que el joven gijonés insistiera en que estaba en la barra de pincho. Tras pagar a tocateja, se marchó del local acompañando a los agentes para que no hubiera mayor problema.