C. J.

El reto de la agenda política internacional del siglo XXI es lograr un perfecto equilibrio entre el desarrollo social, económico y ambiental. «La acción humana ha generado un desequilibrio en la naturaleza que ha puesto en peligro incluso la vida del hombre», advirtió el presidente ejecutivo de «El Universal», Juan Francisco Ealy Ortiz. En ese contexto, y con el objetivo de transitar hacia un modelo de desarrollo más sostenible, diplomáticos de diferentes estados iberoamericanos trazaron desde la Universidad Laboral la que debe ser la hoja de ruta en la política ambiental de este territorio.

El embajador de México en España, Jorge Zermeño, defendió la necesidad de ampliar los objetivos pactados en el protocolo de Kioto. Con la vista puesta en la próxima cumbre sobre cambio climático de Cancún, Carmen Almendras, embajadora de Bolivia, abogó por la protección del agua como derecho universal. «Es el reto del siglo XXI. 884 millones de personas carecen de ese recurso», arguyó. En Nicaragua, una de las regiones más afectadas por catástrofes naturales, su embajador Augusto Zamora apuesta impulsar las energías renovables. «Ahí los periodistas tienen un papel fundamental, mientras no haya conciencia del problema no hacemos nada. Uno de los grandes campos de batalla para combatir el cambio climático es el periodismo», defendió el diplomático. El representante chileno, Enrique Gandasegui, fue más allá al pedir la contribución de los periodistas para «generar confianza y buenas prácticas ambientales». En su país, esperan con interés la cumbre de Cancún. «Un nuevo desencanto sería inviable», advirtió. Su colega Fernando Davara, rector de la Sociedad de Estudios Internacionales, defendió también la importancia del factor humano en la búsqueda de un equilibrio social, ambiental y económico. «Las tecnologías son un medio pero no el fin. Hay que formar a las personas, pero también informar», indicó.

En cuanto al futuro de la profesión, la directora de LA NUEVA ESPAÑA, Ángeles Rivero, se mostró satisfecha por que no se hayan cumplido los apocalípticos augurios que apuntaban al fin del periodismo escrito. «En los sanedrines de la profesión se percibe un orgullo renovado hacia el periodismo de calidad y la prensa escrita, imprescindibles en una sociedad democrática». Una apreciación que fue aplaudida por el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios, Severino García Vigón, quien, además, juzgó necesario reforzar la formación y especialización de los profesionales de la comunicación. «Iberoamérica requiere de comunicadores que se adentren en rutas cada vez más complejas», subrayó Carlos Fernández Collado, presidente de ASICOM y miembro del equipo directivo del máster de Dirección de Comunicación junto a los profesores Laura Galguera y Luis Castellanos.