F. GARCÍA / M. SUÁREZ

El presidente de la cadena hotelera AC, Antonio Catalán, declaraba a principios de noviembre su intención de reflotar el cinco estrellas de la Universidad Laboral. Técnicos de la compañía ponían ayer en práctica sus palabras, con una visita que sirve para hacer balance del nivel de ejecución de la obra y, sobre todo, de cuánto costará terminarla.

El proyecto, que se remonta al 22 de abril de 2008, tropezó con la crisis económica y lleva un año de retraso sobre la fecha de apertura anunciada inicialmente. Ayer, se dio el primer paso para relanzar una iniciativa que, hoy por hoy, está paralizada. Los datos recabados «in situ» permitirán a la cadena hotelera revisar las cuentas de la actuación, siempre pensando en retomar los trabajos constructivos. Aunque será imposible cumplir las expectativas del Gobierno del Principado y del Ayuntamiento de Gijón, que esperaban tener presentable el hotel de la Laboral para las elecciones de mayo.

Las obras, según fuentes próximas a la operación, se encuentran «bastante avanzadas» y, de hecho, las futuras habitaciones ya están distribuidas. La inversión realizada hasta la fecha rondaría los 2,5 millones de euros. Se calcula que, para concluir el proyecto, podrían necesitarse otros 10 millones más. AC tendrá la última palabra sobre si le compensa o no asumir este coste en un momento económico tan difícil como el actual.

El hotel de la Laboral, que forma parte de la transformación del singular edificio de Luis Moya en Ciudad de la Cultura, sería el primer establecimiento de cinco estrellas de la ciudad. AC tiene hasta abril de 2011 para concluir los trabajos de rehabilitación y acondicionamiento. Pero el proyecto difícilmente se podrá rematar en cinco meses, lo que obligaría a la cadena hotelera a solicitar una segunda prórroga en su contrato de obra.

La construcción del equipamiento iba a durar dos años, un plazo que se rebasó la pasada primavera. La firma de Antonio Catalán, que ya gestiona en la ciudad un hotel de cuatro estrellas y que tiene una concesión administrativa de 38 años para explotar el nuevo equipamiento de la Universidad Laboral, traslada ahora a febrero de 2012 la apertura de este equipamiento singular de máxima categoría.

Ayer, cuatro técnicos de la cadena, acompañados por el director del AC Gijón, pasaron revista al trabajo ya hecho. Entre las actuaciones pendientes, están la decoración y la las instalaciones de carácter general. Pero eso no es lo que más preocupa a la empresa, que concentra esfuerzos en tratar de habilitar un espacio adecuado para la restauración. Incluso se está pensando en ofrecer un servicio de banquetes y bodas, lo que captaría ingresos adicionales y haría más llevadera la inversión. «De todas formas, aquí no estamos por la rentabilidad a corto plazo, sino por la singularidad del proyecto», puntualiza la empresa de Catalán, que hace unos días también visitaba la Laboral.