Tres bomberos del servicio de extinción del Ayuntamiento de Gijón resultaron ayer heridos en un incendio que tuvo lugar alrededor de la una de la madrugada en una nave industrial situada en Porceyo y en el que casi una veintena de operarios tuvieron que trabajar durante doce horas. Las instalaciones de Muebles Oca quedaron totalmente destruidas tras el fuego. La Guardia Civil investiga ahora los hechos. Los primeros datos apuntan a que el incendio podría haber sido intencionado.

El servicio de Bomberos recibió el aviso del suceso alrededor de la una y veinte de la madrugada. Los efectivos desplazados hasta la zona no pudieron controlar las llamas hasta las siete de la mañana. El fuego afectó a toda la estructura interior de la nave y a los objetos que en ella se almacenaban. Las pérdidas económicas para la empresa pueden ascender a cientos de miles de euros, según fuentes cercanas a la investigación. Durante el operativo tres bomberos resultaron heridos. Dos de ellos -A. O. L. y M. R. M.- sufrieron la caída de varios cascotes y tuvieron que ser atendidos por los servicios de emergencias médicas. El tercer herido, cuya identidad responde a las iniciales J. L. G. B., tropezó con un objeto que había caído en el suelo.

Los presuntos responsables del incendio forzaron alrededor de las doce de la noche del sábado el portón situado al sur de la nave industrial. Posteriormente, los delincuentes accedieron a la oficina principal reventando la cerradura de la puerta. Los bomberos localizaron en total cuatro focos de fuego: uno en el interior de la furgoneta que estaba aparcada en el hall de la nave, otro a escasos metros de una mesa de trabajo y los dos más importantes entre el portón de acceso y la puerta de la oficina que había sido forzada. Los delincuentes quemaron varios archivos con documentación y una pequeña lata de gasolina para cargar mecheros que se encontraba en el interior de uno de los cajones de la oficina principal de las instalaciones. El fuego se propagó por contacto a través de toda la estancia. Los operarios tuvieron que acceder a las naves anexas a la afectada realizando un butrón para comprobar que no había daños en el interior de otras instalaciones.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron además funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil. Los responsables de la Policía judicial de la Benemérita investigan ahora lo sucedido. Está previsto que a lo largo del día de hoy los agentes realicen una inspección ocular sobre el terreno que ayer fue imposible debido a los continuos desprendimientos de cascotes que se producían en la nave, por lo que no se descarta que en las próximas horas puedan producirse novedades.