R. GARCÍA

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de El Natahoyo detuvieron el pasado viernes a dos vecinos de León y a tres asturianos supuestamente implicados en un secuestro causado, según las primeras investigaciones, por deudas pendientes en asuntos relacionados con el narcotráfico. Todo comenzó a primera hora de la mañana. Los dos leoneses, ayudados por uno de los asturianos, habían secuestrado a un vecino de Contrueces de 31 años que supuestamente les debía 15.000 euros por cinco kilos de marihuana que los captores le habían facilitado y que no habían podido cobrar.

La transacción de estupefacientes se había producido hace días. Los dos leoneses, puestos en contacto con la víctima y su socio por medio de un tercer colaborador, entregaron a los dos gijoneses cinco kilos de marihuana. Uno de los dos traficantes huyó poco después de la ciudad con los estupefacientes dejando a su socio en Gijón sin protección alguna. Días después de haber cerrado la venta de la droga, los leoneses se desplazaron a Gijón para rendir cuentas con el vecino de Contrueces, al que exigieron el pago de su deuda y quien alegó que su socio había huido con la droga. Tras retenerlo contra su voluntad, los captores se pusieron en contacto con la familia del secuestrado solicitando el pago de la mitad de la deuda -7.500 euros- para poner fin al cautiverio mientras amenazaban a su rehén con una escopeta.

Los padres de la víctima del secuestro intentaron en un primer momento reunir el dinero y quedaron con los captores de su hijo alrededor de las seis de la tarde en una conocida cafetería situada en la calle Pintor Manuel Medina. Sin embargo, minutos antes del encuentro, el padre del rehén decidió poner los hechos en conocimiento de la Policía. Los responsables de la Comisaría de El Natahoyo establecieron entonces un amplio dispositivo en los alrededores del establecimiento de hostelería pidiendo al padre de la víctima que aplazara el encuentro con los captores hasta las diez de la noche, momento en el que finalmente se produjo la cita.

En el operativo policial desplegado entonces participaron numerosos agentes de la Comisaría entre los que se encontraban varios expertos negociadores que aplicaron el protocolo que se sigue en estos casos. Los funcionarios guiaron al padre del rehén mostrándole cómo tenía que actuar en cada momento. El gijonés llegó a hablar en varias ocasiones con su hijo. La víctima aseguró en todo momento que se encontraba bien y que no estaba retenido en ningún inmueble. Los secuestradores lo tenían encerrado en el coche en el que se habían desplazado hasta la ciudad, según la Policía.

Los agentes desplegados en Contrueces observaron cómo, alrededor de las diez de la noche, uno de los captores acudía a la cafetería convenida para recoger los 7.500 euros que habían pedido como rescate a los familiares de su rehén. Los otros dos delincuentes efectuaron, entre tanto, labores de vigilancia desde el vehículo en el que habían llegado a Gijón. Al verse sorprendidos por la Policía, los dos acusados que fueron detenidos en ese momento trataron de golpear a los agentes encargados de la intervención llegando incluso a herir en la cara a dos de los funcionarios, que finalmente lograron arrestar a los presuntos delincuentes. El tercer implicado huyó en un vehículo de alta gama al percatarse de que habían sido descubiertos por la Policía. La Guardia Civil localizó al delincuente en Pola de Lena, cuando trataba de regresar a León.

El secuestrado se dirigió a pie a su propio domicilio, en donde sería posteriormente detenido por la Policía. El gijonés aseguró a los agentes que había temido «seriamente» por su vida. Durante la investigación posterior los agentes encargados del caso lograron detener al quinto implicado, el socio del secuestrado, que había abandonado la ciudad con los cinco kilogramos de marihuana que no habían sido pagados.

El Juzgado de instrucción número 4 de Gijón, dirigido por la magistrada Ana López Pandiella, decretó el pasado lunes el ingreso en prisión de los dos vecinos de León acusados del secuestro, a los que se les imputan los delitos de retención ilegal, tráfico de estupefacientes y atentado contra agente de la autoridad. En las últimas horas los funcionarios policiales han realizado además varios registros domiciliarios relacionados con el caso. Las investigaciones aún no se han dado por concluidas. El Juzgado de instrucción recibirá en las próximas horas un informe policial relacionado con el caso. En ese momento será cuando se inicie el procedimiento penal contra los ahora detenidos.