Teté F. BALSEIRO

Hubo compras, brindis, música y hasta la última prueba de un chaqué de novio. Lo especial era la hora: pasaban las nueve de la noche y cerca de 50 locales comerciales gijoneses seguían con sus puertas abiertas y lo seguirían hasta medianoche.

«Iniciativas de este tipo son buenas para el negocio», afirmaba contundente María José Ramón, copropietaria, junto con Cristina Fernández, de la joyería Cristina Antuña en la calle Covadonga. «Es una manera de hacer publicidad y de darse a conocer a personas que no han estado nunca de compras en el local», confesaba. Y debe de tener razón, porque desde que hace años una de las calles de la ciudad tomó la idea de las grandes ciudades de abrir sus establecimientos hasta bien entrada la noche, la propuesta ya ha tenido varias réplicas. Eso sí, desde la pasada edición, la encargada de organizar el evento es la Unión de Comerciantes de Gijón y Carreño, con la consiguiente ampliación de participantes. Este año, una de las que se sumaron fue la tienda Pizca, en la calle Corrida, donde Elvira Ojeda Ayesta no dudó en probar la idea en su tienda de ropa para niños.

Quien repetía experiencia era Yeyo Fernández, encargado de King's Road, que aprovechó para dar el visto bueno a la última prueba de un chaqué, con un flamante novio que eligió la ampliación de horario para dar por válida la indumentaria del día de su boda. Mientras, en la calle, unos bailarines ofrecían una desenfadada coreografía. La empresaria María José Fernández, propietaria de Meana, una de las tiendas de ropa con más solera de la ciudad, tenía clara su apuesta por una cita como la de ayer: «Me interesa mucho este tipo de eventos, más que nada para que no se me encasille en un tipo de ropa determinada», comentaba, al tiempo que daba consejos de moda y ofrecía copas de cava: «Llevo años en esto y siempre digo a mis clientas lo mismo: hay que vestirse para ser una misma». Mojitos del Varsovia era lo que, por su parte, se degustaba en la tienda José Suárez, propietario de Scalpers. «Siempre viene bien darse a conocer, cualquiera que esté dando un paseo nocturno puede ser un cliente en potencia».