Pablo TUÑÓN

Ya cuentan con el permiso de la asamblea para seguir adelante en su lucha contra la celebración de la «Semana negra» en los terrenos de Naval Gijón. La asamblea de la Asociación de Vecinos «Pando» de Poniente acordó ayer por mayoría exigir al Ayuntamiento que el evento lúdico cultural no se ubique en los terrenos del astillero. Para ello, les requerirán para que cumplan con un convenio firmado con la anterior Corporación en 2008, cuando la «Semana negra» se celebró en Poniente con la condición de que nunca regresase a la zona.

En el mismo convenio se marcan las pautas que seguirá la asociación vecinal en esta ocasión, bajo recomendaciones del abogado Marcelino Abraira, quien ya consiguiera expulsar a la «Semana negra» de los alrededores de El Molinón con el litigio ganado por el edificio «Gacela». En el documento, un apartado refleja que, en caso de que el Consistorio incumpla el acuerdo, se les requerirá para que rectifiquen en el plazo de un mes. Y de no ser así, la asociación vecinal está legitimada para recurrir a la vía judicial. Ayer, la asamblea vecinal decidió seguir adelante y requerir al Ayuntamiento que cumpla con el convenio, dado que entienden que lo está rompiendo llevando la «Semana negra» a Naval Gijón, «zona de influencia de Poniente». En total, votaron 61 vecinos registrándose sólo un voto en contra y una abstención.

Abraira, presente en la asamblea, les explicó la situación. «Para mí, el convenio es como una sentencia. Además de estar suscrito por el concejal de Festejos de aquella época, José Manuel Sariego, tiene el visto bueno de la alcaldesa de por aquel entonces. Es decir, está firmado con el Ayuntamiento independientemente de quién esté en el gobierno», explicó el abogado. El convenio incluye textualmente el compromiso consistorial de «descartar la zona de Poniente para futuras ediciones» de la «Semana negra». Asimismo, el abogado no tiene duda de que el astillero sea zona de Poniente. «Si han llamado a las asociación "Pando" para tratar el tema con ellos es porque es zona de influencia», argumentó Abraira.

Algunos recordaron en la asamblea los efectos que tuvo el paso de la «Semana negra» por Poniente en 2008, a pesar de que en aquella edición se acordó con el Consistorio una serie de garantías. «En nuestro piso se cepillaron el portón del garaje. Había tiendas de campaña en los soportales, teníamos que llamar para que limpiasen cagadas...», aseguró uno de los asistentes. Abraira mostró su confianza en que el Ayuntamiento entre en razón con el requerimiento sin necesidad de ir a juicio. «También estaban obsesionados con llevarla a la Feria de Muestras, pero en cuanto pedí el cumplimiento de la sentencia del edifico "Gacela" se echaron para atrás», expuso. Así que la pelota está ahora en el tejado del equipo de Moriyón.