R. G.

Un joven vecino de Gijón cuya identidad responde a las iniciales J. C. M. aceptó ayer ante el tribunal de la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias una condena de dos años de cárcel después de reconocer que había utilizado dos tarjetas de crédito que un amigo suyo de nacionalidad rumana le había «clonado» para que los gastos que hiciese con ellas fueran cargados a una cuenta de Estados Unidos. El acusado reconoció los hechos tras el acuerdo al que llegó su abogada con el fiscal encargado del caso, que redujo la pena de 6 años de prisión que en principio solicitaba para el reo. El joven, que se compró con la tarjeta una pulsera y dos pares de zapatos, devolvió todos los objetos que habían sido conseguidos de forma fraudulenta. El acusado asegura que su amigo le dio la tarjeta «clonada» como pago a una deuda que tenía pendiente desde hacía meses.

La Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón, suspendió además en la mañana de ayer el juicio que tenía previsto celebrarse contra un conductor cuya identidad responde a las iniciales J. A. D. M., para el que el fiscal pedía tres años de cárcel como presunto responsable de un delito de tráfico de drogas. La Policía arrestó al reo cuando llevaba en su coche 0,73 gramos de éxtasis y 83,80 gramos de hachís preparados para la venta y distribuidos en diecisiete pequeñas bolsas.