Monserrat Magnien, la madre de la niña de 14 años que se quitó la vida hace dos semanas, podría ampliar próximamente la denuncia que hace apenas unos días interpuso ante la Fiscalía de Menores del Principado de Asturias y en la que la gijonesa señalaba a cuatro adolescentes como las responsables del acoso escolar al que supuestamente se había visto sometida a su hija en sus últimos meses de vida.

«La investigación y los diferentes interrogatorios a los que se está sometiendo a las chicas estos días serán las claves en las que nos apoyaremos para buscar si hay más responsables de la situación que estaba atravesando la menor», aseguraba ayer la abogada ovetense Margarita Montes. La letrada que representa los intereses de la madre de la menor fallecida ha presentado además una denuncia ante el Juzgado de instrucción culpando a los responsables del Colegio Santo Ángel de «no hacer nada» a pesar de conocer el acoso escolar al que era sometida la hija de su clienta. Un extremo que el pasado lunes negó el centro a través de un comunicado en el que los responsables del colegio reconocieron que «se detectaron problemas de diversa índole» relacionados con la menor pero que en ningún caso se puede hablar de acoso escolar.

Los agentes del Servicio de Atención a la Familia de la Comisaría de Policía de Gijón ya enviaron en su día varios informes al Juzgado de instrucción en los que se exponían los diferentes conflictos que tenía la menor en el momento de su muerte. La adolescente era asistida por una psicóloga del centro de salud de Puerta de la Villa ya que desde hacía varios meses «lo estaba pasando muy mal», tal como reconocían las compañeras de clase del Colegio Santo Ángel esta semana a través de las redes sociales. El fallecimiento el pasado año de una de sus mejores amigas y la situación de tensión que vivía con otra de sus compañeras de clase -y que según los adolescentes ya estaba superada- hicieron que la joven se autolesionara meses antes de quitarse la vida. A pesar de que la abogada que representa los intereses de la madre en el procedimiento mantiene que la pequeña vivía «en un ambiente estable» y «en una familia estructurada», fuentes cercanas a la investigación policial del caso indicaron ayer que la pequeña tenía también «problemas en casa».

La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, afirmó ayer, por su parte, que las administraciones públicas deberían «habilitar mecanismos» para evitar casos como el de esta niña. «Hay que buscar soluciones a sucesos de este tipo, para que no vuelvan a ocurrir», concluyó la regidora, que mostró además su dolor por lo sucedido.