Dos alumnas de primero de Bachillerato del colegio de la Asunción, Lucía Gutiérrez Aja y Montse Conesa -acompañadas por dos profesores del centro, Álex del Solo y Lucía Sánchez, y de la coordinadora de Pastoral Loli Rionda- tuvieron que afrontar a mediados de octubre un importante reto: explicarles a estudiantes rumanos cómo es una boda vaqueira de Asturias. Y es que las bodas -vaqueiras, religiosas o civiles- fueron uno de los temas de un encuentro escolar en Rumanía.

Las escolares gijonesas se desplazaron hasta el colegio Liceul Teologic Ortodox Roman "Nicolae Steinhardt" situado en Satu Mare, al norte de Rumanía y cerca de la frontera con Hungría y Ucrania siguiendo el proyecto "Comenius". El objetivo era compartir experiencias con otros jóvenes de su misma edad pero con costumbres muy diferentes.

Las alumnas gijonesas aseguran que la experiencia fue "muy gratificante", ya que tuvieron la oportunidad de conocer de primera mano la vida en un centro de religión ortodoxa de Rumanía en el que muchos de sus escolares se preparan para convertirse en futuros sacerdotes. "Es algo muy distinto de lo que ocurre con los católicos porque allí los sacerdotes se pueden casar y gozan de un status social alto y reconocido", contaba tras su regreso a Gijón Montse Conesa.

La gijonesa, acompañada por el resto de la delegación de la Asunción, pudo visitar durante su viaje los monasterios de la zona e incluso un cementerio llamado "el de la alegría", donde decenas de lápidas de colores cuentan la historia de los fallecidos. "Nos llamó mucho la atención también un pueblo de emigrantes en el que compiten entre ellos por tener la casa más lujosa. Son trabajadores rumanos en el extranjero que cuando llegan a su país se han hacen una casa en ese pueblo a cada cual más ostentosa para demostrar a sus vecinos lo bien que les va", relataba la joven Montse Conesa, que hacía hincapié además en las diferentes costumbres que tienen quienes viven en el norte de Rumanía. "Los horarios de la comida son una locura", argumentaba la joven añadiendo que "beben mucho un licor llamado "palinka" con el que brindan cada dos por tres".

La Asunción tiene este año más viajes programados dentro del Comenius. De hecho varios jóvenes gijoneses se irán en diciembre a Roma para vivir "nuevas experiencias" que también encuentran quienes visitan a los gijoneses. No en vano los alumnos que en octubre viajaron a Rumanía ya conocían a algunos de los colegas.