La Policía Nacional de Gijón detuvo ayer poco después de las doce y media del mediodía a un vecino de Oviedo de 33 años acusado de atracar una joyería situada en la calle Corrida. El ladrón fue pillado in fraganti poco después de que le dijera a la dueña del negocio que tenía un cuchillo y le anunciara su intención de perpetrar un robo. En el momento del arresto el ovetense ya había conseguido un botín de alhajas valoradas en unos 600 euros.

Desde Comisaría informaron ayer que "la premura en la llegada de los agentes hizo posible la detención del autor en el interior del local". Lo cierto es que el coche patrulla que logró arrestar al asaltante se encontraba vigilando la zona centro, a escasos metros de la joyería en la que tuvo lugar el intento de robo.

La Policía asegura que el ovetense "se hizo pasar por un cliente" y le pidió a la empleada que estaba al frente del negocio que le enseñara un cordón y un anillo "que quería regalarle a su novia". En cuanto consiguió las joyas el reo hizo ademán de guardarlas en el bolsillo diciendo que tenía un cuchillo y pidiendo a la dependienta que le dejara marchar. Fue entonces cuando llegaron los agentes del Cuerpo Nacional de Policía alertados por la alarma que había pulsado la dueña de la joyería. La mujer se encontraba nerviosa y se vio obligada a cerrar el negocio al público durante el resto de la mañana.

El acusado, que tenía antecedentes penales por otros delitos contra el patrimonio, pasará mañana a disposición del juzgado de guardia.