El Ayuntamiento de Gijón recibe más que da. Así queda reflejado en el informe sobre el estado de ejecución presupuestaria del primer semestre del año recién presentado a los grupos municipales por el equipo de la concejalía de Hacienda. A lo largo de esos primeros seis meses de 2016, el Ayuntamiento tuvo unos ingresos netos de 111, 1 millones de euros. Son 15 millones más que los pagos que se realizaron durante ese mismo periodo de tiempo y que rondaron los 95,9 millones, según se fija en último epígrafe del capítulo de gastos. Si la comparativa se establece sobre el crédito definitivo de cada apartado también se ven más ingresos que gastos.

No hay que olvidar que el Ayuntamiento de Gijón está en una situación de prórroga presupuestaria tras no conseguir el gobierno forista de Carmen Moriyón apoyos suficientes en el Pleno para sacar adelante su diseño presupuestario para 2016.

Así, el crédito inicial en el capítulo de gastos fue de 189,8 millones de euros. A esa cifra se sumaron 83,9 millones en diversas modificaciones presupuestarias hasta alcanzar los 273,7 millones de crédito definitivo actual. El crédito inicial en ingresos estaba en 213,5 millones y saltó a 286,4 millones tras sumar modificaciones por una cuantía de 72,9 millones. Lo ingresado ya alcanza el 38% de ese montante.

En el caso de los gastos, el porcentaje de pagos está en el 35% del total. Aunque se eleva al 54% si se analiza la cifra de gasto ya autorizado que ronda los 149,6 millones de euros. El problema, y aquí entra la crítica de los partidos de la oposición, es el destino de ese dinero ya pagado. Muy poco ha llegado de manera directa al ciudadano o al entramado económico de la ciudad.

El presupuesto de gastos de divide en nueve capítulos. De esos 95,9 millones ya pagados en el primer semestre del año a cubrir gastos de personal se fueron 30,3 millones, a amortizar deuda con los bancos 23 millones y a gastos corrientes para el día a día municipal otros 9 millones. Un total de 62 millones. El 65% del total.

Del capítulo de transferencias corrientes a entidades se pagaron 25,9 millones mientras las inversiones reales quedaron en 3,1 millones y las transferencias de capital -aquí están por ejemplo las ayudas a comunidades de vecinos para arreglar fachadas- en poco más de dos millones.

El detalle de los ingresos evidencia que de esos 111,1 millones ya ingresados en las arcas municipales 51 millones vienen por la vía de los impuestos directos y otros 3,8 millones por impuestos indirectos. Las transferencias corrientes procedentes de otras administraciones ya le han reportado 30,2 millones al Ayuntamiento de Gijón. En el capítulo de pasivos financieros donde van los nuevos créditos solicitados a bancos se computan ya 19,4 millones sobre una previsión definitiva de 43,5 millones.