Más de un centenar de vecinos de Nuevo Roces completaron ayer el recorrido que separa el centro del barrio y el centro de salud de Contrueces para reivindicar la mejora de servicios, accesos seguros y conexiones con el resto de la ciudad que llevan años requiriendo.

El "vía crucis" de los vecinos del barrio más joven de Gijón contó con cuatro paradas estratégicas, en los puntos donde más necesaria se hace la intervención municipal para solucionar las demandas emitidas desde la Asociación de Vecinos. En cada parada, una explicación de la situación y los pasos dados hasta el momento por el colectivo. Así, el primer alto en el camino llegó en el cruce entre la calle Genaro Suárez Prendes y el camín de la Braña, un tramo con circulación a doble sentido, sin aceras, ni arcenes ni pasos peatonales donde "no podemos atravesar la carretera", señala el secretario de la asociación Óscar Martínez.

Otra parada fue en la carretera del Obispo, a la altura del Camín del Horno, un tránsito pequeño, de poco más de un metro, encajonado entre dos casas y para el que se intenta lograr una mejora de la iluminación y el asfaltado. Un poco más adelante y sin salirse de la carretera del Obispo, plantearon la situación de la pasarela que encabezaba la votación telemática de los presupuestos participativos. De ahí se encadena otro conflicto. "El problema es que la pasarela llega a un punto en el que no podemos continuar porque no hay pasos peatonales", afirma Martínez. A este respecto, desde la asociación, ya se han puesto en contacto con el Ayuntamiento, que les emplaza a una próxima reunión dentro de dos semanas con el equipo redactor del Plan de Movilidad para ver si sus propuestas son o no viables.

La cuarta parada tuvo lugar e el Camín del Llagar, "una zona estrecha con doble sentido de circulación, sin pasos para peatones ni para ciclistas y que desemboca en los centros escolares donde deben llevar a sus hijos por lo que deben atraversarlo "sí o sí". Como propuesta optan por un solo sentido de tráfico rodado y que se habilite un paso con seguridad. Además, en el epicentro de la protesta estuvo la petición de que el barrio cuente con un centro de salud propio. Tras la llegada a destino, en el centro de salud de Contrueces, se dio lectura a un manifiesto. Las jornada concluyó con una comida vecinal y una sesión de juegos tradicionales para los niños.