"Estábamos mejor sin la regasificadora y los sobrecostes de su mantenimiento. Esta planta no tiene ni pies ni cabeza, es producto de una mala gestión", señaló ayer la coportavoz de Equo en Asturias, Olga Álvarez, quien además resaltó que la instalación es peligrosa por su cercanía a viviendas y "lo primero es la seguridad y salud de los vecinos que tienen esa planta al lado".

Álvarez se mostró muy crítica con el empeño del gobierno central y del de Asturias en legalizar la instalación tras la sentencia del Tribunal Supremo. La regasificadora "no está justificada por la demanda de gas, está muy cerca de la ciudad y su licencia es nula. Insistir en mantener eso y no enmendarlo es un atropello", señaló la coportavoz de Equo, quien recordó que la regasificadora está hibernada por un informe de la Comisión Nacional de la Energía que la considera innecesaria.