Vuelve por cuarto año consecutivo uno de los festivales más insólitos del panorama musical asturiano. "Vericuetos", que se presenta como una cita que tiene como seña de identidad la "intrepidez" -es decir, el arrojo y la osadía a la hora de seleccionar a los participantes-, tomará durante dos días (hoy, viernes, y mañana, sábado) hasta cinco escenarios gijoneses con un total de nueve grupos.

El músico Pedro Álvarez Menchaca, uno de los organizadores de "Vericuetos", explica que el festival es una continuidad, por otros medios, del programa homónimo de música "rara y extraña" que puede escucharse en la frecuencia de Radio Kras.

El arranque del festival está programado para hoy, en el Centro Antiguo Instituto, a partir de la ocho de la tarde, con una de las más esperadas actuaciones del "Vericuetos" de este año. Será con el grupo madrileño "Retro Band Systems", que suele organizar torneos de videojuegos clásicos al tiempo que tocan las bandas sonoras correspondientes en directo. Tienen sincronizadas con su música cada una de las fases del juego. En este caso el torneo se centrará en la versión arcade de "Super Street Fighter 2 Turbo". "Buscan rescatar la estética de la máquina recreativa", dice Menchaca. Después de ese torneo, el grupo tocará algunos de los títulos más icónicos de la industria del videojuego.

La sala La Subterránea, en la calle Pelayo, acogerá (22,30 horas) los conciertos de dos bandas asturianas: "Humo" y "Breaking Dawn of the Blue Nebula".

El primero es un cuarteto instrumental con origen en Arnao (Castrillón) que se mueve entre distintos palos musicales: del rock experimental a la psicodelia o el metal. La segunda es una banda gijonesa cercana al post-rock, con temas instrumentales de largo desarrollo. Añaden una mandolina a la utilización de dos guitarras, bajo y batería.

La jornada de mañana, sábado, comenzará en el Toma 3, a partir de la una de la tarde, con "L-R", dúo formado por Leticia González (voz y percusión) y Rubén Bada (guitarra eléctrica). Su propuesta, muy en la línea de las experimentaciones del dúo "Antón Menchaca" con la música tradicional asturiana, reinterpreta esta última mediante fusiones, por ejemplo, entre guitarra eléctrica y pandereta. Una lectura propia de los ritmos tradicionales, pero con aproximaciones al jazz, el blues o el rock.

Uno de los alicientes de esta cuarta edición de "Vericuetos" es la comida popular, a base de pote asturiano, que se anuncia en la sala La Münster (calle Conde de Toreno), a partir de las tres de la tarde. Según el programa adelantado por la organización del festival, están previstos cuatro conciertos: los de los asturianos "Chapa Ondulada" y "Cronor" , además del madrileño Arín Dodó) y los coruñeses de "El Niño Muerto".

"Chapa Ondulada" traduce a la escena musical el concepto pictórico de "collage" a partir de cintas en las que recopila algo así como un diario de grabaciones. "Cronor" se desliza hacia un folk experimental de difícil clasificación. Arín Dodó describe sus propios sonidos como "no música en estado anárquico". "El Niño Muerto" es, por su lado, un proyecto sonoro del antropólogo Miguel Alonso Cambrón: armonías repetitivas. El "Vericuetos" aún ofrecerá mañana, a partir de las once de la noche, una sesión de "KHZ" en la Caja de Músicos.