"La sociedad está en deuda con vosotros, hacéis que la sanidad goce de buena salud". Con esas palabras quiso agradecer Faustino Valdés, presidente de la Asociación de donantes de sangre de Gijón a todas las personas que contribuyen con su altruismo a que haya un fondo de emergencia de sangre estable pero "no podemos bajar la guardia", aseveró.

Las cifras que la asociación presentó en su asamblea anual, celebrada en Palacio de Congresos del Recinto Ferial Luis Adaro, y correspondientes al ejercicio de 2016 son "buenas", aseguró Valdés. Gijón suma 11.792 bolsas de sangre, apenas 86 menos que el pasado año. En cuanto a los datos regionales, el descenso aumenta hasta rondar el millar de extracción menos que en 2015, año en el que "se había marcado récord", con lo que el descenso era previsible. Sin embargo, el total se mantiene por encima de las 43.000 unidades, rondando las cifras que la región necesita para ser autosuficiente totalmente.

De hecho, ese es "el gran reto", de la asociación de donantes, algo que no se consigue debido a "la gran cantidad de transplantes que se realizan, además del aumento de los tratamientos oncológicos", unido a una peculiaridad de la región: el envejecimiento de la sociedad, que provoca que "cada vez hay más necesidad de transfusiones", debido a la elevada edad de los asturianos y sus crecientes necesidades médicas. "En Asturias no escatimamos en nada, cada vez que llega una persona mayor a urgencias, se le pone una bolsa de sangre", explicó el presidente de la asociación.

La gran preocupación: el relevo generacional

Sin embargo, la gran preocupación de Valdés es el relevo generacional de la asociación, que puede estar comprometido antes de una década. "Los jóvenes ponen el brazo muy rápido", asegura el presidente, "pero cuesta mucho fidelizarlos". Por ello, ve en la universidad el "vivero" perfecto para "dar el testigo" a los actuales donantes, la mayoría de ellos por encima de los 46 años. "Los jóvenes tienen que ir integrándose en la asociación, para ir cambiando mentalidades y convenciendo a sus amigos para que donen", especifica Valdés.

El presidente de los donantes quiso hacer un alegato en favor de las máquinas de aféresis, que separan los componentes de la sangre. El pasado año, las donaciones por este método superaron los cuatro centenares. "Es muy positivo porque una donación de plaquetas por aféresis equivale a las plaquetas de cuatro donantes de sangre por el método convencional", especificó Valdés.

De la misma manera, el presidente de la asociación, quiso romper una lanza en favor de la donación de médula. "No duele nada, no es como antes, ahora es prácticamente como donar sangre", aseguró, "la gente se anima por casos concretos de personas que conocen que la necesiten", lo que hace que el pasado año se superasen las 5.000 donaciones en la comunidad, "un goteo constante", enfatizó.