Dos jóvenes de 21 años volvía de fiesta y comenzaron a colgarse de la mampara de la terraza de un bar valorada en 900 euros. Así hasta derribarla y fracturar el cristal.

Un sereno observó la acción y dio aviso a la Policía Nacional. Su testimonio con la descripción de los jóvenes resultó clave para que los agentes pudieran detenerlos. Ambos reconocieron que zarandearon la mampara para bromear, sin intención de romperla.