Para el colectivo gitano, encontrar una casa en Gijón es una auténtica odisea: "No nos alquilan por racismo". Las mujeres lanzaron ayer esta queja en el Centro Municipal Ateneo Obrero de La Calzada en el marco de las jornadas "Forjando un futuro diferente". Emilio Pérez, trabajador social de Vipasa, puso sobre la mesa los problemas a los que se enfrentan los gitanos en la ciudad, como son el hacinamiento y la infravivienda. "Es inadmisible que en 2017 todavía exista chabolismo en Asturias. Es una situación alarmante y horrorosa", expresó Pérez, que reclamó apoyo para este sector de la población.

La vivienda social no es una opción para muchas familias, puesto que la demanda es muy superior a la oferta. En consecuencia, al colectivo gitano no le queda más remedio que recurrir al alquiler, aunque muchas veces es misión imposible. "Incluso si una mujer no parece estéticamente gitana, al mirar sus apellidos ya le ponen problemas", alertó Emilio Pérez. El representante de Vipasa en las jornadas dijo todavía más: "Muchas pierden su vivienda aún estando al corriente de todos los pagos". ¿Por qué? "Pura discriminación", concluyó.