La detallada suma de problemas expuesta por la responsable de Bellas Artes de la ciudad, Lucía Peláez, no oculta que las deficiencias del Museo Casa Natal Jovellanos suponen un "riesgo" para los materiales de las obras artísticas que alberga la instalación de Cabueñes. "El mal aislamiento del edificio, la elevada humedad, la descarga de los muros y el hecho de que el edificio esté asentado directamente sobre el terreno, hacen imposible un control adecuado de las condiciones medioambientales, lo que propicia la aparición de plagas que ponen en riesgo la conservación de los fondos y que puede atacar a bastidores, lienzos, papel, madera, etcétera", se recoge en el acta de la comparecencia municipal de la directora.
Según esas mismas explicaciones, "el equipo de climatización (del museo de Cimavilla) enfría y calienta el aire, pero no lleva a cabo un control real de la humedad, por lo que mantener unas condiciones medioambientales óptimas es prácticamente imposible en determinados períodos del año". Y, además, la falta de espacio "impide la adecuada circulación y renovación del aire, lo que propicia la posible aparición de plagas, hongos, carcoma... con el consiguiente riesgo para la estabilidad física de los materiales".
Hay que señalar, asimismo, que la maquinaria del sistema de aire acondicionado está instalado sobre una sala de exposiciones, "lo que genera constantemente problemas de humedades que afectan al techo de una de las salas de exposición". Una larga lista de problemas que incluye, tal y como recogió ayer este diario, la existencia de barreras arquitectónicas que no permiten un acceso libre e igualitario o la falta de una salida de emergencia.
