La historia era que cuatro cisnes se habían escapado "del zoológico del parque de Isabel la Católica", y que uno de ellos, por lo visto, llegó a dos kilómetros de Santander y allí "un cazador que lo vio, un cazador perentorio ciertamente" le disparó causándole la muerte. Era un cisne negro y ya días antes el diario había publicado que, "recontados los cisnes se vio que de los 16 sólo había 12, de lo que se deduce que cuatro se han escapado".