En la tienda de electrodomésticos de la calle de la Trinidad habían resultado heridos graves dos hombre y una mujer, incluso con amputaciones de piernas. Ahora se descubría que el culpable era un bombero municipal y que "actuó movido por un desengaño amoroso, en principio se pensó en una explosión de las bombonas de gas que vendían en la tienda pero la policía descubrió al culpable, un bombero de 30 años y con tres de servicio, que por celos atentó contra un empleado de Muniello".