La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El acceso de menores a conciertos se va a controlar con la firma de sus tutores

La medida, adoptada ya por algún promotor y que Divertia va a impulsar, busca que un responsable evite conductas de riesgo, como beber alcohol

Una imagen promocional de "Bad Bunny".

Gijón quiere controlar al máximo el acceso de los menores a los eventos festivos organizados por promotores particulares con respaldo municipal. Y minimizar los riesgos -por ejemplo, de consumo de alcohol- que pueden llevar asociados. Por eso se ha empezado a implantar un modelo de autorización parental por escrito, en la que los padres o tutores de los más jóvenes figuren con nombres y apellidos como sus responsables en todo momento durante el evento.

Así ocurriá en el próximo concierto del trapero puertoriqueño "Bad Bunny" que tendrá lugar el próximo 23 de julio en el Parque de los Hermanos Castro. El promotor encargado de hacer llegar a la ciudad al artista exige en el momento de comprar la entrada que se tenga claro que los menores de 16 años deberán estar acompañados siempre de su tutor legal o adulto. Para ello se advirte que es "imprescindible" firmar una hoja de responsabilidad de acceso con menores en la que conste el DNI de ambos -adulto y menor-, y en el documento se enumeran varios puntos a los que quedan comprometidos los responsables de los chavales: acompañarlos desde el acceso hasta la salida de las instalaciones, permanecer con ellos en el interior durante todo el evento, evitar cualquier tipo de conducta ilegal de los menores o hacerse cargo de cualquier daño que pudieran causar.

El documento que deberá entregarse -también la identificación de DNI- para el acceso al concierto, es un requisito que ve con buenos ojos Divertia, la empresa municial encargada de los Festejos, que de hecho promoverá que esa medida de control se adopte en otros conciertos, fiestas o actividades con perfil marcadamente juvenil. Así lo han sugerido también para la "Holy Peace" y otras actividades de entrada regulada -no es aplicable a eventos gratuitos y sin control de acceso-. Gijón, así, va un paso más allá sobre el mínimo exigido legalmente, que es que en ese tipo de actividades los menores estén acompañados por un tutor -no se requiere un registro documental.

Divertia quiere atar con todas las garantías la regulación de acceso y los posibles riesgos que entraña organizar espectáculos de presencia masiva de menores, que cada vez se programan más. "Desde el Ayuntamiento pondremos todos los medios para proteger a los menores de edad en los espectáculos y para evitar su consumo de alcohol", asegura el concejal de Festejos, Jesús Martínez Salvador.

Que los padres tengan que firmar un documento es un paso "a mayores", toda vez que "la ley ya recoge que son los progenitores los responsables de los actos de sus hijos menores de edad", recuerda el abogado Ignacio Manso Platero. Es más, en algunas provincias "ya es obligatorio", recuerda el promotor Marino González, organizador del festival Gijón Life dentro del que actuará "Bad Bunny".

"Cada vez más promotores musicales y artistas piden que se firme un documento para que quede claro en cada momento quién es el responsable de cada menor, para tenerlos localizados por si se hacen daño o si beben; en estos recintos se prohíbe la venta de alcohol a menores, pero puede darse el caso de que un mayor de edad les proporcione alcohol, y eso es lo que queremos tener controlado", indica González. De hecho, en todos los conciertos del "Gijón Life" con entradas ya a la venta se está advirtiendo del mismo requisito.

Uno de los primeros controles de menores que se puso en marcha en Asturias tuvo lugar en la celebración de la "Holi Party" del Niemeyer, hace un par de años. Entonces se recurrió a un sistema de identificación de menores y adultos con pulseras de distintos colores que permitía identificar sin dudas quien podía consumir alcohol y quien no.

Compartir el artículo

stats