El madrileño Miguel Urbán, uno de los exponentes de Izquierda Anticapitalista en Podemos, presentó ayer en Gijón su libro "Disparen a los refugiados" en un acto introducido por la concejala Verónica Rodríguez. Portavoz del partido morado en el Parlamento Europeo y miembro del consejo de coordinación de Podemos también tuvo tiempo para abordar algunos asuntos de actualidad como la polémica tras la compra de un chalet de más de 600.000 euros por Pablo Iglesias e Irene Montero, criticada entre otros por el alcalde de Cádiz, de Izquierda Anticapitalista.
- ¿Miguel Urbán es de chalet o de piso de currante?
-Miguel Urbán vive en Lavapiés, en un cuarto sin ascensor.
- ¿Qué opina de la polémica?
-Nunca había visto un acoso tan brutal, que no sólo es una cuestión de opinión pública; hemos visto cómo se han alentado a concentraciones de extrema derecha, de Vox y otras organizaciones ultraderechistas, frente a la casa, incluso con pancartas.
- ¿Y qué opina de la crítica interna, como las de Kichi, el alcalde de Cádiz?
-La crítica interna no es nueva en Podemos. Somos un partido bastante plural. Pero más allá de las opiniones e incluso de la mía personal, que yo creo que no viene al caso, para mí lo sustancial es el acoso y derribo que se ha hecho sobre esto. Y luego algo que me preocupa, que es cómo se liga una cuestión personal -de dos personas fundamentales dentro de Podemos, evidentemente- con el conjunto del partido, lo cual demuestra algo que nosotros llevábamos tiempo diciendo. Lo dijimos con Sumando Podemos en el primer Vistalegre y con Podemos en Movimiento, en el segundo: que se está construyendo un partido muy personalista. A veces se confunden las figuras con el partido, eso es grave y hay que hacer autocrítica.
- ¿A qué se refiere?
-El poder y las élites ven muy bien que haya una ligazón tan fuerte de la figura de Pablo con el partido, de tal manera que se entiende que no se está golpeando a Pablo, sino a Podemos. Yo creo que en cierta medida también es culpa nuestra por no haber hecho más colectivo el partido. Algunos pensábamos que no era necesario tener secretario general y lo defendimos. Viendo estas polémicas, a lo mejor hubiéramos sido un objetivo menos fácil para el poder, que al final se centra en una persona pero ataca a un colectivo y a unas ideas.
- ¿Cree que se tiene que extraer alguna lección?
-Yo creo que de todo hay que sacar lecciones. Yo intentaba reflexionar sobre el modelo de partido, sobre cómo al final utilizamos mecanismos de participación, como la consulta, sobre una polémica que nos viene impuesta, cuando no utilizamos muchas veces esos mecanismos para discutir sobre contenidos políticos. Creo que necesitamos un partido menos individualista, más coral, más colectivo, un partido donde se discuta más de política y al final no caigamos en plebiscitos. Debemos de repensarnos, porque nuestro principal rival es que seamos considerados como un partido más. Este ataque intenta homologarnos al resto de los partidos y por eso es tan peligroso.
- ¿Está contra la consulta a las bases sobre el futuro de Pablo Iglesias e Irene Montero?
-Lo que creo es que era innecesaria. Las consultas deberían de ser mecanismos más deliberativos, de debate político y no una especie de plebiscito de sí o no a Pablo e Irene, que no están en cuestión por parte de nadie.
- ¿Nadie?
-Nadie. Se pueden cuestionar decisiones, pero no se han cuestionado las figuras, que es diferente.
- Europa parece que no ahoga, pero aprieta.
-Sí, pero no aprieta el Parlamento. Aprietan unas instituciones con déficit democrático, al servicio de las élites que desde el inicio de la crisis han acaparado más dinero y más poder.
- ¿Y los ajustes?
-Las políticas de ajuste y recortes generan más precariedad, desigualdad y desajustes brutales que están llevando a conflictos dentro de la UE. La ley Montoro viene de Europa, del pacto de estabilidad y del techo de déficit. En la mayoría de las constituciones europeas se ha incluido el pago de la deuda por encima de los derechos sociales. Y se ha construido una cosa mucho más peligrosa, un imaginario entre la mayoría de la población europea de que no hay para todos. En ese no hay para todos, en esas medidas de ajuste y austeridad de la UE, se construye la base de la xenofobia de raíz económica, que plantea expulsar a sectores sociales del reparto. Eso es lo que hace que nazcan ideas como las de Le Pen, copiadas ahora por Trump con el "America first" o esa especie de Tea Party que presentó el domingo Albert Rivera en Madrid.
- ¿Qué propone?
-Se necesita un proceso de cierta revolución popular en Europa. Hay que darle la vuelta a las prioridades y a las instituciones.
- ¿Solución para Cataluña?
-Un referendo pactado, como se hizo en Escocia.
- ¿Culpables?
-El causante del problema es Rajoy, el PP, con la judicialización de la política al llevar el Estatut al Tribunal Constitucional. Al PP, hasta la emergencia de un nacionalismo español aún más agresivo, como el de Ciudadanos, le interesaba apretar filas para que no se hablara de Bárcenas ni de la corrupción.
- ¿Y Quim Torra?
-Al final todos están participando en el mismo teatro, donde intentan agradar a su público, lo que está haciendo que se enquiste el problema. Con un Ciudadanos pirómano cada vez más escorado hacia Le Pen y pirómano; donde Rajoy habla de 155, ellos hablan de 155 plus, porque sabe que ahora mismo eso son votos. Del otro lado no están teniendo mucha más responsabilidad. Pero los principales responsables son los que tienen capacidad para poner medidas para resolver el conflicto, el Estado. La elección de Torra es un error garrafal. Algunas cosas que he leído de él me parecen desquiciantes.
- ¿Qué me dice de las primarias municipales de Podemos?
-Lo que toca es hacer un debate de proyectos. Las primarias tienen el peligro de que al final la disputa sea sólo de nombres. Es necesario que hablemos de proyectos. Y también de participación, con una ciudadanía crítica, activa, vigilante y que empuje a la gente que estamos en un momento corto de nuestra vida en las instituciones; recuerdo que en Podemos no podemos ni debemos estar más de dos legislaturas. Para algunos, una ya se nos está haciendo un mundo. Lo que nos estamos jugando en estas primarias es el modelo de partido, un proyecto mirando más a la institución o mirando más a la autoorganización popular.
