El accidente de un tren Alvia, procedente de Madrid, entre Villabona y Serín causó ayer importantes estragos en los servicios ferroviarios entre Oviedo y Gijón. Aunque los pasajeros del convoy de largo recorrido fueron evacuados -todos ilesos a excepción del maquinista, herido leve- y trasladados en otro tren a su destino, Gijón, los viajeros de la línea de cercanías que une las dos principales ciudades asturianas se vieron afectados. Sobre todo los de los trenes que tenían que pasar por el tramo cortado justo después del accidente.

Algunos de esos pasajeros denuncian el "abandono" que sufrieron y critican la gestión de la situación realizada por Renfe: "Fue una vergüenza", aseguran. La indignación era palpable, ayer, en el ambiente, pese a que Renfe acabó fletando autobuses alternativos para cubrir la ruta, que decenas de afectados dicen que no llegaron a tiempo.

"Llegamos entre Villabona y Serín y paró el tren. Estuvimos diez minutos parados y nos dijo el conductor que había una interferencia en la vía. 'Vale, pues habrá solucion', pensamos todos", cuenta, aún con el enfado caliente, una pasajera afectada que se había subido al tren de Cercanías en Lugones a las 7.25 horas.

"Nos fuimos a Villabona y ahí estuvimos media hora, hasta que nos dicen que habrá autobuses, si eso, para ir a casa. Perfecto. Pues no había", denuncia esta usuaria del tren que une Oviedo y Gijón con paradas intermedias. Efectivamente, tanto Adif como Renfe anunciaron un servicio alternativo de autobús para los viajeros atascados por el corte en la vía. Pero este servicio no llegó hasta pasado un tiempo y los primeros pasajeros afectados acabaron indignados.

"En Villabona se baja medio tren y, sin decirnos nada, el tren pone rumbo a Llanera. La gente que quedó en el andén subió al otro tren, el que llegaba media hora después, para ir a Llanera también. Una vez allí, nos dicen que habrá autobuses, de nuevo, y que tenemos que bajar. Nos bajamos y el conductor marcha a Oviedo. No había nada. Estuvimos hora y cuarenta minutos allí tirados. No había nadie para decirnos nada. Llamo a Renfe a Oviedo y me cuelgan nada más empezar a quejarnos. ¡Y es normal que nos quejemos cuando llevamos hora y cuarenta minutos abandonados!", lamentan los afectados.

"La gente se buscó la vida por su cuenta. Luego, vino un señor a decirnos que había que ir a Oviedo a coger el Alsa para ir a Gijón. Menos mal que pude llamar a mi pareja para que me viniese a buscar a Llanera; y llevé conmigo en el coche a dos personas más que iban a La Calzada", cuenta la usuaria indignada, que asegura que hubo decenas de viajeros afectados. "Primero éramos nosotros y, a la media hora, llegó otro tren, el que salia a las 8 menos 20 de Lugones. Éramos, fácilmente, unas 40 o 50 personas en total", lamenta.