El joven español dirigente de Nuevas Generaciones del PP de Madrid, Ángel Carromero, conductor del coche que sufrió el accidente en el que murió el opositor cubano Oswaldo Payá, ha sido trasladado a un centro del Ministerio del Interior castrista en La Habana.

El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, informó de que la Embajada española ha contratado a un abogado para defender a Carromero y de que hasta que no concluya la investigación en torno al accidente -algo que prevé que ocurra el lunes o el martes- no se sabrá si estará imputado. «Sólo entonces cabría hablar de detención», añadió.

«Si se produjese una imputación, nos gustaría que estuviese alojado en nuestra Embajada, y lo más importante es conseguir su repatriación inmediata», dijo. El caso es que la Embajada no ha podido tener todavía acceso al joven, retenido en un centro dependiente del Ministerio del Interior. El cónsul adjunto, Álvaro Kirkpatrik, desplazado desde el pasado lunes a Bayamo, sólo pudo entrevistarse con él ese día, 23 de julio.

Desde entonces y a pesar de haberlo solicitado insistentemente, alegando incluso razones humanitarias, las autoridades cubanas no han permitido a los diplomáticos españoles volver a ver a Carromero, ni siquiera a su llegada el viernes a La Habana, donde ingresó en el centro 100 y Aldabó.

La Policía castrista culpa del accidente en el que fallecieron Payá y el líder del Movimiento Cristiano Liberación, Harold Cepero, al exceso de velocidad con que conducía el español, así como a su falta de atención.