La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

París regala abrazos para vencer al terror

La Ciudad de la Luz despierta de su pesadilla y recobra la vida con múltiples manifestaciones de solidaridad por las víctimas del terrorismo y en defensa de la paz y la convivencia

París regala abrazos para vencer al terror

Después de un sábado gris de extraña calma en las calles el azul del cielo tiñe completamente la ciudad de París. Poco tiene que ver la realidad de las calles parisinas de este domingo, invadidas absolutamente por cientos y cientos de personas acompañadas por el sol otoñal.

Cada ventana de los alrededores del Bataclan está decorada por las velas que siguen la campaña "Une bougie à chaque fenêtre" (Una vela en cada ventana) y la gente con los rostros visiblemente afectados avanza hacia los diferentes puntos de encuentro. Velas, flores y cartas son ejemplo de la solidaridad, la unión y el rechazo a los atentados ocurridos el viernes 13 de noviembre. La familia de Jennifer Jacobson, de Memphis, y Elizabeth Chatfield, de Los Ángeles, turistas que llegaron el mismo día de los atentados, son un claro ejemplo de ello. Distraídas buscan un lugar donde poder depositar sus ramos de flores en respeto a una de las chicas fallecidas de origen estadounidense.

Los supermercados, las terrazas... la vida parisina está en la calle. Dirección a la plaza de la República el ambiente es similar. Decenas y decenas de personas recorren las calles con flores a la vez que la palabra Bataclan se escapa de sus labios. El monumento a la República, icono de las protestas durante los atentados en la revista "Charlie Hebdo", continúa siendo protagonista de la repulsa. Acoge entre sus brazos de piedra y bronce a todos aquellos que desean expresar no solo su repulsa a los atentados sucedidos el pasado viernes en París y en Beirut, sino también a los ataques y comentarios cargados de odio protagonistas desgraciadamente de la otra cara de los hechos.

Una parte de la plaza deja un amplio espacio circular en el que varias personas con carteles en sus manos comienzan a dar abrazos a todo aquel que lo desee. La escena está acompañada por las voces, a lo lejos, de varios jóvenes que entonan al son de una tímida guitarra canciones como "Let it Be", de los "Beatles", "Wonderwall", de "Oasis", y, cómo no, "La Marsellesa", himno que todos los allí presentes comienza a cantar con mayor o menor acierto finalizando el mismo en un fuerte aplauso.

"El País de las Luces no tiene necesidad de armas para ganar". escribe en el suelo de la plaza Nathan Rouselle de 19 años en respuesta a las palabras del Primer Ministro Manuel Valls, que llamaba a la destrucción del enemigo respondiendo al mismo nivel y con gran determinación, apelando a la victoria mediante la guerra. Esas palabras resultan duras y delicadas en un país que en enero apelaba a los lápices y bolígrafos como armas de resistencia frente a la barbarie de los terroristas.

Poco a poco París despierta de la horrible pesadilla del pasado viernes y poco a poco va retomando su ritmo cotidiano. La ciudad vive ahora acompañada por el sonido de los helicópteros que sobrevuelan el cielo azul del otoño dominical, las sirenas y la oscura incertidumbre de los días venideros; pero permanece esperanzada con la absoluta seguridad de que podrá levantarse y brillar de nuevo.

Compartir el artículo

stats