En el stand de Audi se mostraban una serie de modelos que todavía no han llegado a las carreteras como el Audi A1, representado en su motorización 1.6 TDI de 105 CV con unas contenidas emisiones de CO2 de tan sólo 103 gramos por kilómetro, el A8 híbrido que indaga en las posibilidades que ofrece la tecnología híbrida empleada de forma inteligente. Tambíen se podía conocer la estrategia desarrollada para complementar a sus actuales motores TDI y TFSI en la búsqueda de sistema de propulsión del futuro, con los vehículos eléctricos Audi e-tron y A1 e-tron como auténticos protagonistas.

Con un motor eléctrico de 102 CV, las baterías del Audi A1 e-tron, recargables mediante conexión a la red doméstica y con el sistema de recuperación de energía en las frenadas, proporcionan una autonomía de más de 50 kilómetros en tráfico urbano.

Un motor Wankelde gasolina de baja cilindrada, encargado de mover un generador que produce energía eléctrica cuando se agotan las baterías aumenta la autonomía 200 km adicionales, con un consumo medio inferior a los 2 l/100 km.

Con los e-tron, Audi demuestra que en sus futuras propuestas para una movilidad sostenible no renuncia al dinamismo y la diversión al volante. En los e-tron existe un concepto integral de propulsión eléctrica, con soluciones específicas.