Reparar la chapa y la pintura de los coches accidentados allá por mediados de los años sesenta del siglo pasado era la especialidad de Carrocerías Santana, cuando la puso en marcha Manuel Rodríguez en las mismas instalaciones que hoy ocupa en la Tenderina (calle Darío de Regoyos) y que dirige Jesús Díaz.

El proceso de reparación era lento y laborioso, estirando y dando forma a aletas y paneles de puerta que luego recibirían la pintura. También se estiraban los chasis y se efectuaban reparaciones de mecánica y electricidad.

El fundador de Carrocerías Santana vendió su empresa a Adolfo Díaz Martínez, que desarrollaba su trabajo como perito/jefe de taller en la empresa Prefabricados y Talleres de Pravia.

La evolución del sector del automóvil llevó aparejado el crecimiento de Carrocerías Santana, que amplió su actividad a la compra y venta de vehículos nuevos y usados, y se convirtió en comercializador de la marca Peugeot.

Los actuales talleres de reparación de automóviles cuentan con unas modernas herramientas y útiles de trabajo, plantillas para chasis, cabinas de pintura de secado endotérmico a 180º que evitan contaminación y un extenso abanico de elementos de sustitución.

Las antiguas operaciones de reparación de chapa fueron dejando paso a la sustituión de piezas y a las actuales pinturas al agua. Elementos como las defensas de plástico pueden repararse.

En Carrocerías Santana el cliente puede presenciar hora a hora la reparación de su vehículo observando todos los procesos.