Langreo, L. M. D.

El consejero de Industria y Empleo del Principado de Asturias, Graciano Torre, justificó ayer los recortes anunciados por la dirección de Alas Aluminium al aseverar que «se está intentando salvar la empresa», lo que a veces «trae consigo que se tomen medidas desagradables, como en este caso». La compañía pretende despedir a la mitad de su plantilla, 135 personas, y regular temporalmente al resto de los trabajadores, que de hacerse efectiva la medida pasarían a cobrar entre un 5 y un 20% de su salario en función de la productividad.

Graciano Torre afirmó que «con la actual situación del mercado en el que se mueve la empresa, y con su situación financiera, lo que se está haciendo es tratar de salvar Alas». El responsable de Industria del Gobierno regional indicó que «una empresa en caída como esta, con unos resultados negativos, o toma medidas para reconducir la situación o si no se hunde. Las cosas son así y no hay que engañar a nadie». «A veces», añadió, «las medidas que se toman son desagradables, como en este caso». Torre, eso sí, hizo una advertencia a los promotores de la empresa. «Si con estos recortes no se cumplen los objetivos de empleo fijados en la normativa de los fondos mineros, habrá que devolver las ayudas de forma proporcional. Pero será mejor perder esta cantidad que una superior si no se toman medidas para sacar adelante la empresa».

Los trabajadores de Alas Aluminium decidieron ayer iniciar «mañana mismo» (por hoy) las movilizaciones de protesta contra los despidos y la regularización temporal de empleo propuesta por la dirección de la firma. La plantilla, eso sí, descartó realizar una huelga ahora mismo porque la planta de Ciaño se encuentra «completamente paralizada» y «no tendría ninguna repercusión».

La plantilla de Alas Aluminium celebró ayer, a la una y cuarto y a las dos y cuarto de tarde, dos asambleas en las que el comité de empresa explicó la propuesta de la empresa a los trabajadores, que «rechazaron de plano sus pretensiones». Sergio Prendes, presidente del comité, anunció que la plantilla decidió «empezar ya, desde mañana (por hoy) con las movilizaciones. La gente está muy volcada y sensibilizada con lo que está pasando en la empresa y tiene ganas de defender su puesto de trabajo». Prendes explicó el porqué, de momento, no se convocará una huelga de forma oficial. «En este momento sería hacer lo que quiere la empresa. Ahora no hay trabajo, la planta está completamente paralizada. No tendría repercusión».

El presidente del comité de empresa señaló que la intensidad de las protestas «irá creciendo progresivamente» y auguró que « es probable que esta semana y la siguiente sean muy duras».