Campo de Caso / Rioseco,

L. M. D.

El segundo Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del parque natural de Redes, que lleva en vigor desde el año 2006, tiene descontentos a muchos vecinos de los concejos de Caso y Sobrescobio, que denuncian que el documento limita en exceso las prácticas agroganaderas tradicionales, existentes en la zona mucho antes de que fuera declarada espacio protegido. En menos de dos semanas se van a iniciar los contactos del Principado de Asturias con los Ayuntamientos y los diversos colectivos sociales del parque para elaborar un nuevo PRUG, y buena parte de ellos coinciden en la necesidad de dar un impulso a actividades económicas tradicionales como la ganadería, la agricultura y la producción de alimentos.

Representantes de la Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos del Principado de Asturias comenzarán, el próximo mes de abril, a tener reuniones con los dirigentes de los Ayuntamientos de Caso y Sobrescobio para comenzar a elaborar el nuevo Plan Rector de Redes. A continuación vendrán los encuentros con representantes vecinales, ganaderos, hosteleros y del sector turístico, de los grupos de montaña y de los ecologistas, colectivos que están representados en la junta rectora del parque natural. Los Ayuntamientos ya dejaron claro cuando el Principado anunció la redacción del nuevo PRUG que pretendían dar más capacidad de acción a sectores económicos muy importantes en la zona como son los ganaderos, los agricultores y los elaboradores de productos tradicionales. Los vecinos del parque también defienden esta postura, porque la reglamentación actual «limita en exceso» su actividad.

Así lo explica el portavoz de la plataforma «Sin vecinos no hay paraíso», Klaus García, que afirma que uno de los principales problemas del plan actual es que «apenas se tuvo en cuenta la opinión de los vecinos» a la hora de elaborarlo, algo que esperan que cambie en esta ocasión. El modelo a seguir es el del parque natural de Somiedo, un espacio en el que considera que «se elaboró un plan a la medida de las necesidades de las gentes del lugar», y que acabó permitiendo tanto el desarrollo turístico, como el agroganadero y la defensa del medio ambiente. La plataforma «Sin vecinos no hay paraíso» defiende claramente que los habitantes de los parques, con sus actividades tradicionales, ayudaron, y mucho, a preservar el medio ambiente.

Algunas de las reglas impuestas desde el actual PRUG hacen, por ejemplo, que la restauración de una cabaña en el monte para uso ganadero sea «realmente difícil», o que se restrinja la plantación de algunos cultivos al considerarlos «intensivos». El plan únicamente permite plantar manzanales para que sean aprovechados económicamente, y no deja poner en marcha algunos proyectos existentes para el cultivo y la explotación del arándano, una fruta que sí crece en estado silvestre en algunas zonas del parque. Los vecinos solicitan más permisividad para poder desarrollar su actividad ganadera tradicional, impulsar la agricultura y de esta forma, reforzar la elaboración de alimentos en la zona. Esto incluye también el aprovechamiento de las parcelas, que con la actual normativa, si se encuentran en determinadas zonas de especial protección, «es prácticamente como si las hubiesen expropiado. No pueden tocarse».

El aprovechamiento lúdico de los pantanos también estará sobre la mesa en la negociación del nuevo PRUG. García tiene claro que los embalses podrían ayudar al sector turístico, y que su protección para mantener el nivel de calidad del agua, que se suministra al centro de Asturias, no se sostiene. «Medio concejo de Caso no tiene todavía saneamiento y vierte al pantano», apunta el portavoz de «Sin vecinos no hay paraíso». «No se facilitó para nada la actividad económica de los vecinos. Esperamos que ahora sí lo hagan», demanda el colectivo.