Pablo Rodríguez Medina (El Entrego, 1978) se alzó con el premio "Xosefa de Xovellanos", que convoca la Consejería de Cultura, con su novela "Fame d'amor, determín de pasión". Profesor de asturiano en el IES David Vázquez de Pola de Laviana, aumenta así su lista de distinciones, entre las que se encuentran el premio de teatro de la Academia de la Llingua o el galardón Teodoro Cuesta.

-¿Qué supone para usted ganar este premio por segunda vez?

-El reconocimiento a una obra en la que llevo trabajando más de dos años. Recibo el premio por primera vez en solitario porque el otro lo gané ex aequo con Esther Prieto y también quedé finalista. Es una alegría poder disfrutar este reconocimiento, el premio más prestigioso en lengua asturiana.

-¿Qué nos cuenta en "Fame d'amor, determín de pasión"?

-Es la segunda entrega de las memorias de Casiano Casanueva Rosellana, que fue protagonista de la novela "Vivir ensin probalo", premiada por la Academia de la Llingua. Esta obra completa las vivencias del personaje porque la primera novela había acabado de forma brusca.

-¿Quién es Casiano Casanueva?

-Es un pícaro que tiene hambre de amor y necesita sentirse querido y tener relaciones, algo que casi no consigue.

-¿Piensa en una tercera entrega?

-Lo veo difícil. En este caso había flecos que convenía cerrar porque el público que leyó la primera parte me pidió que continuara. Consideraban que había quedado parado en el punto álgido. Ahora no me planteó una tercera porque tengo otros proyectos.

-¿Trabaja actualmente alguna de esas ideas?

-La verdad es que conviene estar siempre activo para que como decía Picasso "cuando baje la inspiración te pille trabajando".

-¿Qué proyectos tiene?

-Ideas para varios cuentos y tengo también novelas empezadas. A veces está trabajando en una de ellas y se te cruza otra cosa y la dejas apartada. Otras veces es necesario repensar y dejarlo reposar. Me gustaría volver a alguna de esas novelas.

-El jurado del premio "Xosefa de Xovellanos" valoró el esfuerzo narrativo sólido y el uso acertado de registros variados, entre otros aspectos de su novela.

-Es una novela trabajada, que fue escrita a mano y pasada después al ordenador. Así te das cuenta de las muletillas que tienes al escribir y tiendes a enriquecerlo. Tienes que prestar atención también al vocabulario para conseguir que cada personaje tenga vida propia y hable como procede en el caso de un carretero o de un profesor de Universidad.

-El protagonista de su obra es un pícaro, ¿qué hay de novela picaresca en la actualidad?

-Ahora, los verdaderos pícaros no son pobres, sino algunos están instalados en el poder. En la novela hay crítica social, a los medios de comunicación de masas que pueden elevar a una persona hasta las alturas y después bajarla. Y hay también mucha tradición oral.

-¿Cómo ve el futuro de la literatura asturiana?

-Esta novela está hecha en una lengua que oficialmente no existe. Para salvar cualquier aspecto vinculado a la llingua hay que reconocerla. Hasta que no se produzca estará aparejada a una llingua que va perdiendo hablantes y aunque pueda parecer que tiene un reconocimiento grande es un espejismo. Si la materia prima se agota mala vida tendrá. Por tanto pasa por la oficialidad del asturiano, que es sólo reconocer que existe.

-¿Es factible que ocurra?

-Puede ser siempre que haya sensibilidad política pero los políticos dirán que no es el momento por la crisis aunque cuando no la había tampoco era. Creo que no existe verdadero interés porque se asimila con cierto nacionalismo pero no es así. Este es un problema de gestión del patrimonio y los derechos de los asturianos, que no se puede perder. En la enseñanza, en la última reforma educativa, la ley Wert, el asturiano estuvo a punto de desaparecer porque sólo se admitían lenguas oficiales. Finalmente se añadió una frase para contemplar a "aquellas otras lenguas que contemple el estatuto de autonomía de la región".

-¿Cómo la afectan los recortes?

-Se destina menos recursos a la promoción cultural y también está la subida del IVA. Este premio llegó a tener una dotación de 7.000 euros y sufrió una reducción del 50%. Pero la dotación queda en un segundo plano y lo que da fundamentalmente es prestigio.

-¿Por qué elige el asturiano para escribir algunas de sus obras?

-Tengo la fortuna de poder escoger entre asturiano y castellano, según me lo pida la trama o los personajes. Soy afortunado porque tengo dos lenguas para llegar a la gente.