Pola de Laviana fue ayer un hervidero de improvisados atletas que, luciendo su camiseta rosa, estaban dispuestos a correr por una buena causa. La primera carrera de la mujer congregó a más de 600 personas para recabar fondos en la lucha contra el cáncer. Héctor Moro, concejal de Deportes y principal impulsor de esta iniciativa cogió el micrófono en la salida y alzó la voz para mostrar su orgullo por lo conseguido. "Hoy (por ayer) ganamos todos", gritó agradecido.

Medio millar de personas portaron dorsal oficial, pero hubo mucha más gente que se unió a la marcha sin él. "Esto es un pueblo entero colaborando", esgrimió Moro justo antes de la salida. No solo los participantes con sus indumentarias, sino también los establecimientos lavianeses portaron el lazo rosa, símbolo de lucha contra el cáncer, para unirse en una carrera cuyos beneficios fueron a parar íntegramente al IUOPA (Instituto Universitario Oncológico del Principado de Asturias). "Se han recaudado un total de 7.000 euros, 5.000 con los dorsales y otros 2.000 en aportaciones", argumentó el concejal lavianés.

El día amaneció lluvioso y desde las nueve de la mañana la organización se instaló en el punto de salida para recibir a los corredores. Gente de todas las edades, incluso con sus mascotas, apostaron por la solidaridad. El recorrido, con salida y meta en la plaza del Ayuntamiento era sencillo. Se trataba de dirigirse hasta el puente de La Chalana para, desde ahí, enfocar el paseo fluvial hasta la meta. Moro lo desgranó diciendo que "es muy simple. Si lo piensas son solo dos rectas". Además, recalcó que está preparado para todos; alguien que venga a competir hará el recorrido en quince minutos y el que lo realice andando en unos cuarenta". El gimnasio "Body Fit" se encargó de dirigir el calentamiento y ya en la previa todos los participantes compartieron opinión. "Venimos a participar por una buena causa", decían.

No faltó la parte emotiva. Con toda la organización sobre el escenario, Héctor Moro quiso tener un sentido recuerdo para Delio Orviz, el joven lavianés fallecido la pasada semana tras no superar un cáncer. Como regalo, a la familia se le entregó una placa conmemorativa y el dorsal de honor, que los amigos de Orviz portaron también durante la marcha. El minuto de silencio posterior estremeció el ambiente y dio buena cuenta de que Laviana lucha y recuerda con gran cariño a sus vecinos. "Estamos consiguiendo algo muy grande", remarcó Moro entre aplausos antes de la salida.