Hace medio siglo La Casa Baxo era un populoso núcleo rural de Langreo próximo a El Carbayu donde "la gente vivía hasta en los hórreos" y las vacas de la zona "llenaban cada día un camión de leche". Así lo rememora Vicentina García Zapico. Noventa años contemplan a esta vecina, que reside en La Casa Baxo "desde que nací". El censo de población ha caído mucho desde entonces y hoy apenas hay una decena de habitantes, algunos más por el verano y los fines de semana. Sin embargo, García, la vecina más veterana, tiene motivos para seguir presumiendo de pueblo. En los últimos años han llegado varias parejas jóvenes, se han recuperado algunas viviendas con el estilo constructivo tradicional asturiano y el Ayuntamiento ha premiado a la localidad con el galardón al "Pueblu afayaízu" de 2015.

Una delegación de la Corporación, encabezada por el Alcalde, Jesús Sánchez, visitó la población para anunciar a los vecinos la concesión del reconocimiento. La Casa Baxo se impuso a San Roque y Cuesta d'Arcu.

En la nómina de vecinos llegados recientemente, entre los que hay una pareja llegada desde Madrid, figura Leida Quiñones, una auxiliar de clínica de 42 años que trabaja en Colloto y vive en La Casa Baxo desde hace siete. Quiñones es natural de Lena y su marido, de Turón. "Venir fue un poco un impulso. Queríamos algo tranquilo, pero que tampoco estuviera muy alejado del trabajo; encontramos esto, nos gustó y nos quedamos", explica esta langreana de adopción, para añadir a continuación: "En Mieres, donde vivíamos antes, acababas de trabajar y sólo podías meterte en el piso, en una conejera, o salir a gastar dinero. Aquí, si no tienes perras, te quedas en casa y enciendes la chimenea o puedes tomar el sol en la terraza".

La estampa de La Casa Baxo ha mejorado mucho en los últimos años gracias a la rehabilitación de viviendas acometidas por los vecinos más veteranos y por los nuevos residentes. "Hay casas que han quedado muy guapas. Hay gente que, aunque no viva aquí, tiene casa y viene los fines de semana o por el verano", esgrime Eloína Zapico.

Onofre Ardura vive en el pueblo desde hace 60 años. Llegó desde la localidad mierense de La Cantera, tras contraer matrimonio. Ha jugado un activo papel en muchas de las mejoras realizadas a lo largo de todos esos años: "Aquí se luchó mucho por el colector, la línea telefónica o el alumbrado público, por el que cada vecino pagó 15.000 pesetas".

El regidor, Jesús Sánchez, participó en un recorrido por el pueblo con varios miembros de la Corporación. Sánchez remarcó que el galardón de "Pueblu afayaízu" es un reconocimiento a toda la "zona rural". "Este premio es para las personas que día tras día trabajan para mejorar los pueblos; ellos son los héroes del mundo rural. Pueblos como este tienen valores muy importantes y es importante que la gente los visite y los conozca". Carmen Iglesias, edil de Medio Rural, destacó por su parte que la recuperación de construcciones en la "línea típica" asturiana en La Casa Baxo fue una de las principales motivaciones para conceder el galardón, dotado con 30.000 euros para obras. No vendrán nada mal. "Quedan muchas cosas por hacer; hay una fuente muy guapa a la que le hace falta un tejado", indica Vicentina García.