Navia,

Licenciada en Ciencias Económicas, Cristina Navia (1970) se dedica al mundo del turismo y la hotelería desde hace 15 años. Es gerente del hotel Palacio Arias de Navia y ahora presidenta de la Federación de Hostelería y Turismo de la comarca Navia-Porcía, un colectivo nacido este mismo mes para velar por los intereses del sector.

-¿Qué nuevas necesidades tienen los empresarios del turismo de la Cuenca del Navia?

-En primer lugar, queríamos tener un patrono dentro de la Fundación del Parque Histórico, para que los empresas tuvieran presencia y capacidad de decisión. Por eso creamos esta federación, que velará para que se cumplan los proyectos previstos para el sector. Además, si estamos unidos, tendremos más fuerza y acceso a otras vías de financiación para poder desarrollar más proyectos.

-¿Cuáles son sus objetivos a corto plazo?

-Estamos empezando a trabajar y tenemos que estudiar cuáles son los problemas de cada concejo y qué ideas tienen para promocionarse. A corto plazo, lo más inmediato es defender el interés de los empresarios en general y mejorar la señalización de la comarca, un problema común en todos los concejos de la cuenca naviega y que afecta directamente a las empresas.

-¿Cómo valora el trabajo y los proyectos de la Fundación?

-Valoramos mucho el trabajo de la Fundación, pero no sólo se dedica al turismo, sino a otros ámbitos, y eso es un hándicap. Se han hecho muchas cosas, pero en los últimos tiempos hemos notado que su actividad está un poco parada. Por eso nos unimos, para saber qué se hace y qué podemos aportar.

-¿Cómo afecta al sector turístico el corte de la N-634 en El Bao?

-Siempre hemos tenido un problema de comunicaciones. La gente empezó a viajar y a descubrir lugares como el Occidente gracias a internet. Ahora tenemos una gran avería en El Bao y todos estamos disconformes con este corte. Parece que volvemos atrás. El desvío proyecta una imagen muy mala del Occidente y es perjudicial desde el punto de vista turístico y económico en general. Es un obstáculo.

-¿Y la crisis?

-En el Occidente se nota mucho. Hay mucha oferta y poco gasto por parte de los visitantes, por eso tuvimos que bajar los precios. Este verano fue peor que el pasado. Y en temporada baja estamos a niveles de hace quince años. Es decir, hablamos de un 50 por ciento menos de visitas. Lo que necesitamos en el Occidente son actividades para que la gente salga de casa, es decir, turismo activo, y también más transporte público, que es casi inexistente en la actualidad.