Salas,

L. VALDÉS

Los hosteleros de Salas se rebelaron ayer frente a la veintena de robos y desperfectos que se han producido en diversos establecimientos del concejo en los últimos meses. El último de ellos tuvo lugar el miércoles, por el método del butrón, en una gasolinera ubicada junto a la AS-15 cerca del pueblo de Requejo.

Los empresarios cerraron ayer por unas horas sus negocios y se concentraron a la una de la tarde, acompañados de vecinos, frente al Ayuntamiento para exigir que la justicia actúe de forma contundente. Los afectados señalan a un joven vecino de la villa como autor de alguno de los robos. De hecho, el joven fue pillado «in franganti» la madrugada del martes cuando robaba en una cafetería de la villa.

«Salas siempre ha sido un lugar tranquilo y deseamos que así siga siendo y que éste individuo deje de entrar como perro por su casa en los negocios. La preocupación de los vecinos, muchos ya mayores, es que pueda empezar a hacerlo también en las viviendas», explicó Obdulia Villar, una de las organizadoras de la concentración. El Ayuntamiento de Salas también ha sido víctima de esta oleada de robos y hace unos meses sufrió un hurto en sus naves municipales.