Navia, A. M. SERRANO

Las instalación de las primeras cámaras de videovigilancia en la villa de Navia no ha servido para contener los actos vandálicos. La policía local ha constatado un repunte de los incidentes pese a los nuevos dispositivos, que, instalados el pasado junio, redujeron el vandalismo en el centro, concretamente en la zona de Los Jardinillos, en los primeros meses de funcionamiento. Las denuncias cursadas por la Policía Local hacen referencia a nuevos actos de gamberrismo el pasado mes de diciembre en zonas públicas y en comunidades de propietarios, pero esta vez cometidos por personas que ocultaban su rostro y que no han sido identificadas.

Pese a todo, el gobierno naviego considera que la videovigilancia ha sido positiva, al margen de las denuncias del pasado diciembre, que considera hechos aislados. Es más, el ejecutivo local negocia la instalación de nuevos dispositivos, una vez que tenga el permiso de la Delegación del Gobierno.

Navia es una de las localidades más activas del Occidente durante las noches de los fines de semana. El gobierno naviego asegura que la villa naviega es segura y que el grupo de personas que ocasiona destrozos en el mobiliaro público está vigilado. Los vecinos y los comerciantes, por su parte, aseguran que las medidas para contener los actos vandálicos siempre son bienvenidas.

El alcalde, Ignacio García Palacios, decidió instalar estos dispositivos el pasado año. Con esta iniciativa pretendía atajar el vandalismo durante las noches de los fines de semana. En Navia, la Policía Local no hace turnos de noche, y la capital del concejo queda vigilada por las patrullas operativas de la Guardia Civil, con cuartel en la villa. El gobierno pactó incluso con la Benemérita aumentar la vigilancia durante las noches de los fines de semana y festivos, algo que se puso en marcha durante una temporada.

Con las cámaras, el gobierno pretendía concentrar la vigilancia en los lugares donde se cometían los actos violentos y, en concreto, la zona comercial de la villa. El sector del comercio fue uno de los más críticos con la situación que se vivía durante los fines de semana en Navia y llegó a pedir más vigilancia y responsabilidad al Ayuntamiento para poner freno a esta situación.

La calle de Las Armas y sus aledañas y el pozo de Ordenanza, en el Ribazo, suelen ser lugares asiduos para el botellón, y por ello los más castigados de Navia. También la zona cercana a la playa. Precisamente estas zonas podrían ser las elegidas para instalar las cámaras de seguridad en una segunda fase. El alcalde no quiere desvelar los nuevos lugares elegidos aunque, al tratarse de un lugar público, deberá informar de que la zona está videovigilada, como ocurre en Los Jardinillos.