Muros de Nalón /

Cudillero, Sara ARIAS

Termina agosto y con él, todo un clásico del verano: las interminables caravanas. De eso se sabe mucho en Asturias, por ejemplo, en el Occidente. Un tramo donde son habituales es en la carretera de Galicia o de la costa, la N-632, concretamente entre Muros de Nalón y Cudillero, donde la autovía está aún en obras. Por las mañanas, el embotellamiento es en sentido Galicia, al concluir la autovía en Muros y enlazar con la carretera de doble sentido; y por la tarde, al revés, en Salamir, hacia Oviedo, donde concluye la autovía y se enlaza con la carretera nacional en pleno viaducto de Artedo.

La afluencia de turistas, los asturianos camino de la playa, camiones y autobuses generan caravanas a diario. Y sobre todo los fines de semana, llegando el pasado sábado a tener 13 kilómetros de retenciones desde Muros de Nalón, donde finaliza la autovía, hasta coger de nuevo el tramo del corredor Cantábrico, a la altura de Lamuño. Un periplo que se convierte en muchas ocasiones en una pesadilla para los conductores. Si bien parece que este verano será el último. El anuncio de la apertura del tramo de autovía Muros-Las Dueñas antes de que finalice 2012 pondrá el punto y final a las tradicionales retenciones veraniegas en el concejo pixueto y el de Muros.

Uno que sabe bien de la historia interminable de las caravanas estivales es Jesús Díaz Suárez, dueño del hotel restaurante Lupa. Para Díaz, las caravanas se exageran algo: «La gente se apresura, llega el mes de agosto y están desquiciados, pero puedes circular por esta carretera sin ningún problema», afirma. También en la gasolinera de Las Dueñas se nota el tráfico veraniego. Una de sus empleadas, Mayte Martínez, asegura que «las peores horas son de once de la mañana a doce, pasan coches constantemente».

El fin de las caravanas vendrá con la apertura de la autopista, algo que Jesús Díaz considera que «no se necesita, yo no veo que pase un tráfico internacional por esta carretera». El empresario sospecha que la apertura del tramo de autovía repercutirá negativamente en su negocio, pues «no va a ser bueno porque va a fastidiar en el día a día». También Mayte Martínez teme que la poca afluencia de vehículos por la carretera nacional termine con la gasolinera y con su puesto de trabajo porque «van a dejar de pasar por aquí y según está el trabajo?».

Aunque la intención del Ministerio de Fomento era que el tramo Muros-Las Dueñas estuviese finalizado el pasado mes de marzo, la caída de una cimbra en un puente y los retrasos en la excavación en uno de los túneles de Somao pusieron de nuevo palos en las ruedas en el avance de la Transcantábrica. Y eso que la ministra de Fomento, Ana Pastor, la ha fijado como una prioridad.

En la actualidad, las obras se encuentran en un estado muy avanzado y prácticamente la totalidad del tramo tiene ya la capa de aglomerado. Tan sólo «el puente de Somao es la zona más retrasada», detalla Gabriel López, alcalde socialista de Cudillero. El puente está situado tras los dos túneles que atraviesan la localidad praviana de Somao por debajo.

Si bien, por otra parte, el viaducto de Artedo está a punto de finiquitarse. «Queda muy poco por rematar», añade López. Tan sólo queda el enlace con la autovía. Este puente, conocido ya popularmente como «el gigante de Artedo», será el más alto de Asturias y de la Autovía del Cantábrico, con 110 metros de altura. Este viaducto supuso un sobrecoste de veinte millones de euros sobre el presupuesto inicial, ya que en principio Fomento planeaba levantar un puente con dos carriles, uno para cada sentido.

Sin embargo, el Ayuntamiento de Cudillero, con Francisco González de alcalde entonces, consiguió que el viaducto contase con cuatro carriles. Esta decisión fue duramente criticada por ecologistas y vecinos que temían que el gigante de Artedo terminase con el entorno del valle de Las Luiñas. El regidor pixueto espera que «con la apertura del tramo de autovía se terminen las caravanas».

El intenso tráfico que pasa por el municipio también genera atascos y problemas de circulación en la entrada a Cudillero por Villademar. «Más que difícil es arriesgar la vida y más ahora con la gente de fuera que viene y no sabe», asevera Alicia José Rey Suárez, vecina de Cudillero, mientras intenta incorporarse a la carretera tras hacer la compra en un conocido supermercado situado a la vera de la nacional. Además, Rey se sorprende de que «no haya más muertes y accidentes, es impresionante». Otra pixueta, Teresa Folgueras, mantiene una actitud tranquila ante los embotellamientos, aunque afirma tener «muchas ganas de que abra la autopista, a ver si es verdad porque la entrada a Cudillero por Villademar es desesperante».

También el alcalde de Cudillero observa este problema. «La incorporación es lenta, difícil y peligrosa porque a diario hay caravanas y dificulta el paso». Para el regidor socialista es un asunto primordial que «se haga una rotonda porque descongestionaría el acceso a la vía y daría fluidez». Además de evitar riesgos innecesarios para los conductores que arriesgan el pellejo cada vez que quieren entrar o salir de Cudillero por esta zona. De hecho, López recomienda «salir mejor por El Pito, porque en sentido Galicia es una incorporación directa con un carril lento» y en sentido Avilés los coches pueden sortear un carril e incorporarse al suyo mediante un ceda el paso en vía.

También los turistas alucinan cuando se ven en las raquetas de acceso de Villademar. «¡Fatal! Me recuerda a San Pedro de Alcántara en Málaga», comenta Elías Velasco. Éste, de viaje con su esposa y su hijo, estuvo más de cinco minutos esperando a que, por una parte, los coches de delante pudiesen cruzar la vía, y otro rato embragando la primera marcha para poder pillar un hueco entre el denso tráfico y cruzar a toda pastilla la carretera. «Es un peligro», explica este cordobés. También los turistas extranjeros se agobian al llegar a este tramo de la nacional: «Veníamos muy bien desde Luarca hasta aquí, pero ahora es imposible avanzar», relata Erna Lehrer, una turista alemana mientras echa gasolina en Las Dueñas.

Para vecinos y conductores, la apertura de Muros-Las Dueñas traerá consigo la paz y tranquilidad al verano.